LA HABANA, Cuba.- Entre las bandas imprescindibles que marcaron al rock cubano de los años noventa, figura Paisaje con Río, fundada por Ernesto Romero. La agrupación, que se distinguió por cultivar el pop rock y defender letras originales en español, fue de las pocas que logró grabar algún disco para dejar constancia de su paso por una de las escenas más sufridas y marginadas en la historia de la música cubana. Sus integrantes formaron parte de una generación muy talentosa que hizo hasta lo imposible por abrirse paso ante la censura, la insidia y la abulia institucional.
A partir de 1959 todos los tiempos fueron difíciles para el rock que se hacía en la Isla, pero una ligera flexibilización de la política cultural ofreció cierta apertura desde la segunda mitad de los años ochenta. En la década siguiente se produjo el boom de bandas como Extraño Corazón, Luz Verde, Bolsa Negra, Garaje H, Habana y otras. Entre todas, Paisaje con Río destacó por la calidad de sus composiciones, con un alto nivel lírico-poético.
Fue, además, una de las bandas que incluyó a una mujer como vocalista. Aunque el público recuerda especialmente a Yadira López y Osiris Pimentel, la primera cantante del grupo fue la modelo Nitza Gutiérrez. Luego, entre la salida de Yadira y la llegada de Osiris, Yamel Oms se hizo cargo del micrófono.
A lo largo de diez años de carrera artística y sin haber alcanzado el estatus profesional gracias a la aversión de las instituciones hacia todo lo que oliera a rock, Paisaje con Río grabó un solo disco cuya factura está lejos de ser ideal. Aun así, fue suficiente para dejarle al público cubano temas como “Marginal”, “Cruce”, “A través del Agua”, “País de Cristal” y “Confesiones de Jockey”.
Este último se convirtió en un clásico del rock cubano en la voz de Yadira López. Es una canción escrita por Ernesto Romero que escarba en el complicado mundo de la prostitución como una alternativa a las terribles condiciones sociales, a la vez que profundiza en la angustia existencial del sujeto, y su soledad.