Rodrigo Lehtinen creció en una familia de políticos republicanos. Su madre, Ileana Ros-Lehtinen, es la primera cubanoamericana elegida al Congreso que ha servido 25 años en la Cámara. Su padre, Dexter Lehtinen, es el ex fiscal para el Distrito Sur de la Florida que supervisó el encausamiento del hombre fuerte de Panamá. Su abuelo, Enrique Ros, fue un cubanoamericano de línea dura, autor de varios libros que no dejó de atacar al gobierno de los hermanos Castro hasta su muerte el año pasado a los 89 años.
“Vengo de una familia donde se habla de libertad y respeto de forma regular”, dijo Rodrigo. “De modo que sostener este tipo de conversación sobre asuntos políticos o temas polémicos no es nada extraño en mi familia”.
Mientras se preparaba para su primera entrevista de televisión, Rodrigo admitió, sin embargo, que se sentía un poco incómodo.
De cualquier modo, Rodrigo, de 28 años, está dispuesto a compartir un hecho de su vida que no se conoce mucho. Rodrigo no siempre fue Rodrigo. Durante gran parte de su vida fue Amanda, una chica graciosa y extrovertida que fue a la secundaria Palmer Trinity. Amanda pertenecía al club de artes dramáticas, al equipo de alpinismo y fundó el capítulo de Amnistía Internacional de la escuela.
Amanda le confesó a sus padres que era homosexual en la secundaria, pero no fue hasta que entró en la universidad que decidió comenzar a vivir su vida como un hombre transgénero.
Para Amanda ese momento de honestidad con sus padres llegó en forma de una carta que les escribió en el 2007 cuando estaba de vacaciones en la casa. En la carta les explicaba lo que significaba ser transgénero. Hasta les incluyó algunos panfletos. A partir de ese momento, sería conocido como Rodrigo.
“Quería darles la oportunidad de acostumbrarse a la idea antes de que habláramos”, dijo Rodrigo.
“Y cuando nos sentamos a hablar”, dijo, “mi familia se brindó un respaldo total”.
“Rigo es nuestro hijo, no importa que antes fuera Amanda y que ahora sea Rodrigo, es nuestro hijo, y estamos orgullosos de él”, dijo recientemente Ros-Lehtinen.
Tanto Ileana como Dexter, su esposo, han expresado que lo único que les interesa es el bienestar de Rodrigo.
“Como padres queríamos estar seguros de que Rigo comprendiera que aceptábamos perfectamente su decisión”, dijo Ros-Lehtinen, “queríamos asegurarnos de que estaba a salvo. Muchas veces nuestra sociedad no es tolerante ni lo suficientemente cariñosa, y para nadie es un misterio que cuando los muchachos LGBT son más jóvenes, a veces abusan de ellos”.
Rodrigo dijo que tuvo la suerte de no sufrir ningún ataque de ese tipo.
Dexter es un ex ranger del Ejército que fue herido en Vietnam. Dijon que esa experiencia lo ayudó a formar sus puntos de vista sobre algunos temas como por ejemplo la orientación sexual.
“Recuerdo que en mi época en Vietnam solía estar en contra de muchas cosas”, dijo Dexter. “Pero después uno cambia y lo importante es saber si una persona puede hacer o no la tarea que se le asigna”.
Después de graduarse de Brown University, Rodrigo fue a trabajar como organizador en el LGBT Task Force en Los Angeles. Más recientemente comenzó a trabajar como tesorero de GLAAD, una organización que lleva largo tiempo defendiendo los derechos de LGBT.
“Es realmente algo inspirador trabajar en el movimiento transgénero porque aquí uno siente que está creciendo y haciéndose importante”, dijo Rodrigo.
El mes próximo la Comisión del Condado Miami Dade votará sobre si es o no ilegal discriminar a una persona por ser transgénero.
“Ahora es el momento en que nuestro movimiento empieza a hacerse fuerte, donde de veras se le puede llamar movimento”, dijo Rodrigo.
Como el primer hijo transgénero de un miembro del Congreso, Rodrigo sabe que tiene la posibilidad de crear conciencia en los demás. Su madre le da crédito por haberle abierto los ojos ante ciertas cosas.
“Estamos muy felices de que nuestro hijo sea feliz con quién es”, dijo Ros-Lehtinen. “Y eso es una bendición para nosotros”.
Ros-Lehtinen le brinda un sencillo consejo a los padres que tienen un hijo o una hija transgénero.
“Que no cunda el pánico, tienen que mantener la calma y no tener miedo”, dijo. “Amen a su hijo o hija porque esa persona es su propia sangre, sin que importe si es la persona que ustedes querían que fuera. Y nunca, nunca lo rechacen”.