LA HABANA, Cuba, junio (173.203.82.38) – Jamás olvidaré aquellos ojos azules de mi tía Elia, llenos de lágrimas, cuando decidió llevar a Recuperación de Valores del Estado, en la Habana Vieja, su cadena de oro con la medalla de la Virgen de la Caridad, sus aretes y su anillo de matrimonio, para recibir a cambio un refrigerador norteamericano marca Admiral, con veinte años de uso.
-He vendido mis recuerdos -dijo.
No fue ella la única, muchos en Cuba también vendieron sus recuerdos. Ocurrió en las décadas del sesenta y setenta, cuando el régimen de Fidel Castro necesitaba con urgencia más oro. El pueblo se quedó sin las joyas que había heredado de generaciones pasadas, recuerdos cargados de valor sentimental y espiritual, no sólo material.
La historia es triste. Aquellos refrigeradores viejos cambiados por oro, habían pertenecieron a familias que abandonaron el país. Ni siquiera los restantes familiares que se quedaban en Cuba, podían reclamar los objetos familiares; el régimen confiscaba todo lo que pertenecía a los que se marchaban, lo tomaba como si le perteneciera.
Parece que Recuperación de Valores del Estado ya dejó de existir, o le ha cambiado el nombre. Nadie sabe. De todas formas su historia es larga y muy bochornosa.
Con esos trueques de oro por cacharros viejos, el gobierno tomó todo el oro que pudo del pueblo. Obviamente no fue suficiente, porque hoy somos uno de los países más pobres y endeudados del mundo.
La última noticia que se tuvo sobre tasación y compra de joyas a la población por parte del Estado fue publicada en el periódico Granma el 5 de diciembre de 2002, donde se dice que a partir de esa fecha, la corporación CIMEX reiniciaría el servicio de tasado y compra de joyas, metales -oro, platino y otros- y piedras preciosas, en el Centro Gerencial Almendares, situado en 5ta. Avenida y calle 6, en Miramar.
Dicen las malas lenguas que los dioses soviéticos se llevaron todo el oro que el gobierno nos quitó, el caso es que nuestro oro desapareció del mapa. Ahora el régimen castrista planea retomar la producción de este valioso metal explotando la mina Oro-Barita, en el pueblo de El Cobre, al oriente de la isla, proyecto que llevará a cabo con la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América -ALBA-.
Quizás esta vez el oro de los cubanos termine en manos de los nuevos dioses bolivarianos.