Cartes es un empresario de 56 años, dueño de una de las mayores fortunas de Paraguay, con negocios en los sectores financiero, tabacalero y ganadero y participación accionaria en 25 empresas, entre ellas, la principal tabacalera del país, un banco, una fábrica de bebidas gaseosas y establecimientos ganaderos.
En 2008 desembarcó en la arena política de la mano del Partido Colorado. Fue un importante dirigente que apostó por la renovación de la tradicional formación política, siempre cercana a la figura del dictador Alfredo Stroessner.
Su trabajo en el partido fue eficiente, porque su nombre no estaba habilitado para poder alcanzar la candidatura presidencial, pero Cartes consiguió la modificación de los estatutos y el apoyo de la dirigencia, lo que le sirvió para decantar como el candidato.
A pesar de los consensos, hay voces del Partido Colorado que reclaman información sobre los orígenes de su fortuna y sobre las sospechas que pesan sobre Horacio Cartes en temas de lavado de dinero.
Reacio a dialogar con los medios, el empresario incursionó en el fútbol y elevó de categoría al club Libertad.
Sus pocas participaciones mediáticas le han jugado alguna mala pasada, sobre todo con respecto a su posición frente al matrimonio gay, ya aprobado en otros países de la región.
“Todavía creo en la normalidad y si alguien opta, bueno, cada uno hace lo que quiere con su vida; pero llevarlo a la normalidad me parece que ahí ya voy a empezar a creer en el fin del mundo”, dijo en una entrevista radial.
“Mantengámonos normales y el que quiera ser feliz andando de rama en rama, que se vuelva mono”, dijo, y provocó el repudio de organizaciones que luchan contra la homofobia.
Con la aparición de Wilkileaks, su nombre estuvo vinculado a operaciones ilegales supuestamente relacionadas con sus empresas, pero Horacio Cartes desmintió aquellas informaciones. Sobre la mayoría de las acusaciones que han caído en su contra, sus propios abogados han confirmado que en casi todas las investigaciones fue sobreseído.
El nuevo presidente, un magnate novato en política, aparece como una esperanza en un país agobiado por la pobreza y la corrupción de sus dirigentes, mientras sus socios del Mercosur le dieron la bienvenida y pusieron fin a su aislamiento derivado de la crisis institucional de junio pasado.