MIAMI, Estados Unidos.- Durante la Convención Republicana que tuvo lugar en la noche de este lunes, Máximo Álvarez, un cubano que llegó a Estados Unidos como parte de la operación Pedro Pan en la década del 60, habló de los beneficios y los sueños que ha podido cumplir en la tierra de la libertad.
Como parte del tema “Tierra de la promesa”, que busca honrar las promesas de Estados Unidos a sus ciudadanos, Álvarez narró sus inicios en el país y la trayectoria que lo ha llevado a donde está hoy.
El cubanoamericano, que nació en 1948 en La Habana y es hijo de inmigrantes españoles, llegó a Estados Unidos con 13 años en la operación que logró sacar de la Isla a más de 14 000 menores de edad cuyos padres trataban de alejarlos del régimen comunista de Fidel Castro.
“No me dieron nada gratis, me dieron la oportunidad, esa es la cosa más valiosa en el mundo. Cuando digo que no me dieron nada gratis, por favor entiendan: a los 13 años me proveyeron un hogar, comida y una educación”, contó.
Máximo Álvarez es propietario de Sunshine Gas Distributors, en Hialeah; en 2006 se convirtió en administrador de Pedro Pan Group, una organización sin fines de lucro para niños inmigrantes; en 2010 fue incluido en el Muro de la Fama de la Abadía de Belmont; y el gobernador de Florida lo nombró para formar parte de la Junta de Fideicomisarios de la Universidad Estatal de Florida en 2016.
En su intervención, de poco más de 4 minutos y en la que se emocionó al punto de las lágrimas, Álvarez recordó las enseñanzas de su padre una vez llegó a Estados Unidos.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 25, 2020
“Sé todo sobre el pasado, nunca olvidaré el mío. Mi familia huyó del totalitarismo y el comunismo. Y más de una vez. Primero, mi papá de España, luego de Cuba. Pero mi familia dejó de huir. Por la gracia de Dios, he vivido el sueño americano, la mayor bendición que he tenido. Mi papá, que solo tenía una educación de sexto grado, me dijo: ‘No pierdas este lugar´”, dijo en su discurso en la primera noche de la Convención Nacional Republicana.
“Escuché las promesas de Fidel Castro y nunca podré olvidar a todos los que crecieron a mi alrededor, que se parecían a mí, que pude haber sido yo, que sufrieron, pasaron hambre y murieron porque creyeron en esas promesas vacías. Se tragaron la píldora venenosa comunista”, afirmó.
El exiliado cubano, que respaldó la nominación de Trump como candidato republicano a las elecciones de Estados Unidos, a celebrarse el próximo mes de noviembre, aseguró que “lo único que le importa a la extrema izquierda es el poder. Poder para ellos, no para nosotros. Les hablo hoy porque he visto personas así antes. He visto movimientos como este antes. He visto ideas como esta antes y estoy aquí para decirles que no podemos dejar que se apoderen de nuestro país”.
“Mi decisión es muy fácil, yo elijo al presidente Trump porque elijo a Estados Unidos. Elijo la libertad”, sentenció.
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