LA HABANA, Cuba.- El Acuario Nacional, el Parque Lenin y el Zoológico de 26 son algunas de las opciones recreativas para los niños en cada verano. Este año, como muchos anteriores, los padres cubanos enfrentan el gran reto que supone la recreación de sus hijos. En estos icónicos lugares recreativos, el deterioro y abandono de las instalaciones, la falta de mantenimiento, el desabastecimiento y las largas colas hacen que la visita no resulte “para nada una forma de recrearse” según algunos visitantes.
Inaugurado oficialmente el 22 de abril de 1972, el Parque Lenin ha sido una insignia de la Revolución. Entre los años 2005 y 2007 el parque recreativo (Mariposa) fue remodelado por una brigada de técnicos y especialistas chinos, las antiguas atracciones rusas fueron cambiadas por otras de fabricación china que, según algunos técnicos y trabajadores del lugar eran “de segunda mano”. Hoy, a nueve años de su reapertura en agosto del 2007, de las 28 atracciones que brindaba el parque sólo siete funcionan y algunas con muchas dificultades y piezas faltantes.
“Más del 75% de las atracciones no funcionan y están abandonadas, la falta de mantenimiento ha sido la causa fundamental para llegar a este mal estado general en que se encuentra el parque de diversiones. Se están tratando de rescatar algunas atracciones como los elefantes voladores con una brigada de expertos; pero la mayoría, como la montaña rusa y el deslizador, se encuentran en pérdida total”, comentó para CubaNet Alberto González, trabajador de mantenimiento del parque.
Tanto las opciones gastronómicas como algunas recreativas quedan en manos de cuentapropistas. Pero los precios son más altos y el descontento del público visitante se puede escuchar en las largas colas para disfrutar de las pocas atracciones que aún funcionan.
“Se parece mucho al parque de Pripyat en Chernobyl, con la única diferencia que aquí en Cuba no ha ocurrido ninguna catástrofe nuclear. El abandono en el que se encuentra todo es muy deprimente. Aquí no vuelvo a traer a mis hijos. Pasamos mucho trabajo para llegar ya que el trasporte esta malísimo”, comentó Julián Álvarez, padre de dos niños de cinco y seis años, que se retiraba del lugar muy molesto con las opciones recreativas que brinda el parque de atracciones.
Inaugurado el 24 de octubre de 1939 en el Vedado, el Zoológico de 26 por su parte es otra de las pocas opciones con que cuentan los niños para recrearse en las vacaciones. “Media hora para ver los animales y casi el resto del día de cola en cola” es uno de los comentarios más escuchados entre los visitantes.
“Me pasé dos horas en la cola para el trencito que da una pequeña vuelta alrededor del zoológico. Luego dos horas más tratando de comprar el modulo que supuestamente ofertan para los niños, de oferta tiene poco porque cuesta 90 pesos y trae solo algunas confituras. Es casi el mismo precio que si lo compras normalmente en un mercado”, comentó Alicia Matos, que se encontraba en el lugar con sus dos hijas.
“Luego de caminar mucho para ver algunos animales te tropiezas con los cuentapropistas que alquilan carritos o venden boberías para los niños pero a altos precios. Las camas elásticas, por ejemplo, son un gran abuso: cuestan cinco pesos por solo cinco minutos y hasta para eso hay que hacer cola”, añadió.
“Las cafeterías con que cuenta la instalación no dan abasto para la cantidad de personas que visitan el lugar. Los dependientes no alcanzan para atender la población. Sí he notado un gran descontento entre los visitantes, pero es que tampoco hay donde ir y menos donde llevar a los niños”, comentó para este diario Cleisy Santos, trabajadora gastronómica del zoológico.
El Acuario Nacional es otra opción muy querida por los más chicos, ubicado en la Avenida 3ra esquina 62, Miramar, y fundado en 1960 con la misión de incentivar la investigación y la educación ambiental, el Acuario está abierto todo el año. Su última renovación completa ocurrió en el 2002.
“Desde entonces solamente ha contado con reparaciones menores”. Según un operario de mantenimiento que prefirió el anonimato. “Ahora en el verano se está trabajando para rescatar algunos estanques que están descontinuados y echados a perder. Cada día hay menos especies y menos instalaciones”, añadió la fuente.
Los espectáculos de los delfines y el del león marino son la atracción principal del lugar. Sin embargo, “las ofertas gastronómicas están mejores que en otros sitios, aunque esperaron al verano para empezar las labores de reparación, el tema del trasporte también influye en la opción recreativa que se elige. Me queda mucho más cerca el Acuario ya que vivo en Miramar; no me atrevería a llevar a mis dos hijos hasta el parque Lenin con lo malo que esta el trasporte”, comentó para CubaNet Ofelia Gutiérrez.
Los padres enfrentan el verano con nuevas dificultades para la recreación de sus hijos. Los centros recreativos para los más chicos se encuentran en un grave estado de deterioro. El simple hecho de trasportarse hasta cualquiera de estos sitios para llevar a sus hijos ya es todo un reto. Las nuevas medidas de reducción de combustible ya comienzan a sentirse tanto en el trasporte privado como en el público, haciendo aún más engorrosa la difícil tarea de divertir un a niño.