Vivir en el futuro es como vivir del cuento
LA HABANA, Cuba.- La futurología es el conjunto de estudios que pretende predecir lo que va a ocurrir en el futuro mediante técnicas adivinatorias, que es lo mismo que descubrir algo oculto o desconocido que no se base en la razón, ni en los conocimientos científicos, sino en la interpretación de signos de la naturaleza. Es como si se tuviera que adivinar un acertijo para pasar a la siguiente prueba. Sin embargo, hay muchas personas que aseguran que está muy cerca el futuro democrático de Cuba, sin practicar la magia o cualquier otro experimento sobrenatural.
Quizás esto se deba a que la descomposición del sistema se ha acelerado y ya se siente desde dentro del propio régimen. Es directamente proporcional. Mientras más aumenta la represión, más se deteriora el nivel de obediencia dentro de los propios mandos dictatoriales.
A pesar de que la gente se presta para hacer ver que apoya la dictadura, porque existe mucho chantaje por parte de los órganos represivos, para la policía política la vida de cualquier persona se puede convertir en poco tiempo en un libro abierto, porque son capaces de penetrar hasta en los más oscuros detalles, debido a que lo controlan todo.
Los métodos que usa la inteligencia y la contrainteligencia para mantener en el poder a la élite gubernamental no tienen límites en estos momentos. Para nada les interesa, porque así lo tienen orientado, la proyección que cualquier exceso de abuso tenga en la comunidad internacional, y en los últimos días hemos visto de todo: mítines de repudio, detenciones para amenazar, golpizas, sitios en las viviendas, presos hasta con 30 años de privación de libertad, retirada de credenciales a periodistas extranjeros, además de un presidente (designado) que en sus actuales discursos no hace mención a nada negativo de lo que sucede en el país, por el contrario, mucho “autobombo”, alabanzas, a todo lo que no ha hecho la mal llamada “revolución”; pero se empeñan en hacer ver que se han logrado cosas increíbles a pesar, como es natural, del embargo de los Estados Unidos de América.
¿¡Qué hay quién lo cree!? Sí, es verdad, todavía existen personas que justifican lo que no se ha podido hacer por culpa del “bloqueo”; pero cada vez son menos.
Pero hay pequeños detalles que hacen pensar que existe miedo a la rebelión social en los altos niveles del poder. Un ejemplo es el hecho de que en las noticias, para un día específico de la semana, se publique como si se diera una dosis de calmante social que la disponibilidad eléctrica es superior a la demanda y que no se prevén afectaciones al servicio por déficit de capacidad de generación.
¿Es esta una noticia de primera plana en algún lugar del mundo? O se puede afirmar que es una forma de transmitir tranquilidad a la población. Entonces cabría preguntarse: ¿Y por qué es necesario tener calmada a la sociedad?
Sin ser futurólogo, la tormenta en Cuba no ha pasado y diciembre es un mes muy difícil para todos. Hay tres días muy señalados para las familias cubanas que constituyen tradición: el 24, la Nochebuena; el 25, la Navidad y el 31, la despedida del año.
Cabría preguntarse, ¿hay alguna forma de celebración para el cubano de a pie de estas fechas?. El día de Nochebuena la familia acostumbraba a celebrar con frijoles negros, arroz, yuca, ensalada y carne de puerco; alguno más que otro incorporaba turrones a la mesa. También su cerveza de producción nacional, su botellita de ron y algunos brindaban con sidra.
Solo por poner un ejemplo de los alimentos y bebidas de tan difícil acceso a los que nos estamos refiriendo, una libra de carne de puerco en estos momentos alcanza el precio de 200 pesos, pero se piensa que en diciembre cueste 300. Y si de líquidos se trata una cerveza de producción nacional se valora en 100 pesos y las predicciones dicen que estará en 150 el próximo mes.
La tristeza invadirá los hogares, pero los dirigentes y sus familias seguirán aumentando sus aparatosas barrigas. En esas casas no habrá restricciones de comida e incluso de buenos vinos, como le gustaban a La Piedra, léase Fidel Castro, y que la continuidad expresada en Díaz-Canel no dejará de degustar.
Más triste aún será el futuro, cuando en 2022 se mire para atrás: un número considerable de familias en Cuba tendrá algún ser querido preso, hasta con 30 años de privación de libertad, oscuros momentos que les dejó el año de Patria y Vida; otros muchos tendrán que lamentar los muertos que se llevó el virus chino, aunque es una fuerte pandemia, lamentamos la falta de medicamentos y recursos de cualquier tipo, incluyendo ambulancias u autos fúnebre, y quizás hasta un espacio en el cementerio.
El presente año ha tenido muchos aspectos negativos , lo que no podemos predecir son las miserias que se vivirán en el próximo.
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