LA HABANA, Cuba, septiembre, Red Cubana de Comunicadores Comunitarios/ www.cubanet.org – Brian Osorio Leyva, de solo 5 años de edad, presenta una leucemia terminal. Su caso es atendido en el Hospital Juan Manuel Márquez de La Habana. Pero el pequeño Brian vive muy lejos del hospital. En un barrio llamado El Cañón, en San Antonio de los Baños, Provincia de Artemisa. Y en la finca Prats, a dos kilómetros de la carretera.
Virginia Leyva Escalona, la mamá de Brian, le ha pedido al Partido de esta provincia que la ayuden a transportar su hijo hasta el hospital, ya que está llevándolo a las terapias en ómnibus público. Una larga caminata y horas de espera al sol.
Todo lo que el régimen les ha ofrecido se ha quedado en promesas. Brian no ha podido empezar en la escuela, le dijeron que le iban a asignar una maestra y jamás ha recibido una clase. Qué maestra va a ir hasta la casa, tan lejos.
La casa está en malas condiciones. La mitad del piso es de tierra. No tienen televisor, ni siquiera un refrigerador para guardar la misera dieta que le dan por la canasta básica.
La madre de Brian ha tocado muchas puertas de las instituciones del gobierno, para que le resuelvan mejorar su vivienda. No ha recibido respuesta. Desesperada, le comunicó al Presidente del Consejo Popular de San Antonio que se iba a dirigir a un grupo de Derechos Humanos para que todo el mundo supiera la situación de su pequeño, y él la amenazó que de hacer eso no le iban a resolver nada.
Brian tiene que estar permanentemente con un protector tapándole la boca y se traslada a pie, por los caminos empolvados, bajo el sol y la lluvia. Así soporta las terribles condiciones en que vive. La conclusión de su madre es que no hay ayuda humanitaria para el pueblo. Y pregunta, con lágrimas en los ojos: ¿No decían que eramos una potencia médica?