MIAMI, Estados Unidos. – El Observatorio de Género (OGAT) de la revista Alas Tensas y la plataforma de apoyo a personas en situación de violencia de género Yo Sí Te Creo en Cuba han reportado 45 feminicidios en Cuba en lo que va del año. Si siguen las cosas como van, es muy probable que cuando termine 2023, el 31 de diciembre, las activistas independientes hayan contabilizado 90 feminicidios en la Isla, 56 más que en el 2022 (cuando se confirmaron 34), y 58 más que en el 2021 (de cuando se tienen reportes de 32).
Ya lo dijo el pasado mes de febrero Elena Larrinaga, directora de la Red Femenina de Cuba: “Estamos ante un estado feminicida”. Según la activista, con una ley integral de violencia de género ―que no ha sido contemplada hasta hoy por el régimen de la Isla― “convertiríamos el vivir sin violencia en un derecho de las mujeres que el Estado tiene la obligación de cumplir”.
La pesadilla misógina de 2023 comenzó en enero con el feminicidio de una muchacha de nombre Ada Rosa, en La Habana. Continuó en Holguín con el asesinato de Arletis Almarales, de 40 años, y el de Arisdanis Viamontes, de 43 años, madre de una niña; el de Neisa López, de 29 años, madre de dos niños de ocho y cuatro años, respectivamente, en Granma; y el de Yaianis Pérez, de 36 años, en Matanzas.
En febrero fueron asesinadas por sus exparejas Vertrúdiz Juez Acosta, de 48 años, en Cienfuegos; en Camagüey, la adolescente Leidy Bacallao, de apenas 17 años, y Arisdanis Viamontes, de 43 años; Yanet Rodríguez, de 23 años, en La Habana; Jeysa Serrano, de 30 años, madre de una niña de tres años y un niño de cinco, en Pinar del Río; Liudmila Lewas, de 34 años, en Mayabeque; y Vanelis Macola, de 37 años, madre de un menor de edad, en Sancti Spíritus.
En marzo murieron víctimas de feminicidios Georvenia Castellanos, madre de una niña de siete años, en Santiago de Cuba; Yurina Yaque, también en Santiago de Cuba; Mercedes Vasallo, de 51 años, en Matanzas; Yeniset Rojas, de 33 años, en Villa Clara; Nancy Peńa, de 49 años, en Holguín; Elaidys Alonso, de 27 años, madre de dos niños, en Trinidad; y Darisleni Fuentes, de 32 años, quien deja un hijo de 14 años, en Ciego de Ávila.
En abril, comenzaron los feminicidios con el doble asesinato de Adalys Segreo y Caridad Medina, madre e hija, en Holguín. Le siguieron los feminicidios de Aliuska Jardines, en La Habana; el de Ana Ivis Llanes, de 42 años, madre de un niño de nueve, en Artemisa; y el de Elisbel Lamorú, en Mayabeque.
En mayo hubo que lamentar el feminicidio de Daniela Thalía Tasse, de 21 años, embarazada, y Tomasa Vargas, de 60 años, ambos en La Habana; y el de Dianelis Carbonell, de 41 años, en Sancti Spíritus.
Los feminicidios en junio comenzaron con tres asesinatos en Santiago de Cuba, a saber: el día 2 el de María Cristina Rodríguez, de 43 años; el día 10 el de Karina Betancourt, de 41 años; y el día 16 el de Yanet Mejías, de 24 años. En Camagüey fue asesinada Samura Lescar, de 30 años; Miriavis Isern, de 59 años, en Granma; Dayris Fuentes, de 35 años, en Villa Clara; Anisleysi Rodríguez, de 34 años, en La Habana; Diana Rivero, de 46 años, en Las Tunas; e Iliana Martínez, en Guantánamo.
También fueron víctimas de feminicidios Arianny Chávez, madre de dos niños; Dalia Pardo, de 39 años, en Ciego de Ávila; Rosa Amelia Sotolongo, de 22 años, madre de dos niños; y Damaris Rodríguez, madre de una niña, en Guantánamo.
Hasta el día de hoy suman 45 los feminicidios sucedidos en Cuba y reportados por redes independientes. El Gobierno de Cuba no mantiene estadísticas de feminicidios en la Isla (si acaso las mantiene, no las divulga).
¿Qué medios usan los feminicidas? Pues varios, todos espeluznantes: armas blancas, armas de fuego, golpes y asfixia. La violencia y el ensañamiento imperan en nuestro país desde Baracoa hasta Viñales, sin excepción.
“Nos están matando porque carecemos de protocolos y mecanismos efectivos de prevención en Cuba, porque no accedemos a la justicia: persisten problemas en el cumplimiento de las órdenes de alejamiento y la recepción de denuncias”, señalaron varias plataformas independientes en una reciente declaración conjunta, que incluyó a la revista Alas Tensas, la Alianza Cubana por la Inclusión, Casa Palanca, el Comité para la Integración Racial, Cubalex, el grupo de trabajo Justicia 11J, Yo Sí Te Creo en Cuba, la Red de Lideresas y Líderes Comunitarios, la Red Femenina de Cuba y la revista Afrocubanas.
“Nos están matando porque muchos de los agresores identificados tenían antecedentes de violencia, lo que habla de la ausencia de la prevención y de estrategias para la reinserción de estas personas. Nos están matando porque no tenemos refugios ni redes de protección, que salvaguarden la vida de las mujeres…”, aseguraron.
Yo me pregunto: ¿A dónde vamos a parar? La violencia machista contra las cubanas es descomunal en la Isla. ¿Y dónde está la Asamblea Nacional del Poder Popular que no acaba de abordar la urgente petición hecha en 2019 por un grupo de 40 feministas cubanas para la aprobación de una ley integral contra la violencia de género que tipifique el feminicidio como un crimen? ¿Dónde están Mariela Castro y el CENESEX que mal dirige? ¿Dónde la desacreditada Federación de Mujeres Cubanas?
Ha comenzado el mes de julio. Nada bueno deparan los próximos seis meses a las mujeres cubanas.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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