LA HABANA, Cuba. – “No tiene que ver con actividad enemiga”, ha insistido el gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, para alejar las usuales inculpaciones a Estados Unidos, al referirse a la crisis originada por las roturas e incendios en las obsoletas termoeléctricas de la Isla, durante su visita a la central de Santa Cruz del Sur, este 27 de agosto.
No obstante, Díaz-Canel sí acotó que todas las afectaciones habían sido provocadas por el “bloqueo”, que ha dejado, dijo, al país sin financiamiento para realizar las labores de mantenimiento, reparación y nuevas inversiones que necesitaba el sector. Por tanto, actualmente hay un proceso acumulado de deterioro tecnológico, que no se puede resolver en poco tiempo.
Las palabras de Díaz-Canel fueron emitidas repetidamente por la televisión y otros medios, el fin de semana, como colofón a la presentación del ministro de Energía y Minas del 24 de agosto.
La negación de la “actividad enemiga” quizás tenga que ver con la presunta intención oficial de no poner obstáculos a las negociaciones en curso, al amparo del Acuerdo para la prevención de derrames petroleros y otras sustancias tóxicas en el golfo de México y el estrecho de Florida, suscrito en La Habana el 9 de enero de 2017. +
El pasado 24 de agosto, la Cancillería cubana anunció que había tenido lugar una reunión virtual de especialistas cubanos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), el Ministerio de Energía y Minas y el Instituto de Recursos Hidráulicos involucrados en las tareas de rehabilitación de las zonas afectadas por el incendio de la base de Supertanqueros de Matanzas, y homólogos de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) de Estados Unidos.
Según la nota, el encuentro transcurrió en un ambiente profesional y de provechosos intercambios sobre las posibles vías de cooperación para el logro de la rehabilitación de las zonas más afectadas. Los especialistas cubanos solicitaron una valoración acerca de las acciones ya realizadas y la posibilidad de acceder a las técnicas y procederes más novedosos acumulados por la EPA, empresas vinculadas al sector petrolero y otras agencias involucradas en este tipo de accidentes.
El 6 de agosto, un día después de iniciado el incendio en Matanzas, la embajada de Estados Unidos en La Habana emitió el siguiente tuit: “Estamos en contacto con Cuba sobre el accidente de Matanzas. Mientras tanto, queremos dejar claro que la ley de Estados Unidos autoriza a entidades y organizaciones estadounidenses a proporcionar ayuda y respuesta ante desastres en Cuba”.
Entonces, Díaz-Canel expresó que había aceptado la asesoría técnica ofrecida por Estados Unidos, pero, al parecer, los intercambios no avanzaron y nunca llegó la ayuda de Estados Unidos, sino la de México y Venezuela.
Desde la década de 2010, cuando el Gobierno cubano licitó varios de los 59 bloques de la Zona Exclusiva de Cuba en el Golfo de México, y compañías extranjeras realizaron exploraciones en búsqueda de petróleo comercializable, se intensificaron los contactos entre entidades y especialistas de Cuba y Estados Unidos. En julio de 2016 también se inició en México una ronda de consultas jurídicas en beneficio de los tres países para el libre ejercicio de sus derechos en la frontera común en el Golfo de México.
La mención de Díaz-Canel al “bloqueo” no entorpece las actividades en curso, pues el expresidente Barack Obama abogó por su eliminación y su administración se abstuvo en la votación anual convocada por Cuba en la Asamblea General de la ONU.
El gobernante cubano tenía que recurrir al tradicional pretexto, luego de renunciar a la eterna inculpación del “enemigo”. La asistencia de los especialistas y eventualmente de medios técnicos será muy provechosa tanto para eliminar la contaminación en las áreas terrestres y marítimas, como para modificaciones en las actuales tensiones de nuestros países.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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