MIAMI, Florida, julio, www.cubanet.org -Las revelaciones del ex agente Edward Snowden y su posterior fuga de Estados Unidos hacia Hong Kong amenazan con no dejarse desplazar en buen tiempo de las primeras planas noticiosas. Ahora al protagonista principal de esta acción se une un grupo cuyas actuaciones en rol co protagónico promete darle nuevas emociones a la serie.
Al escándalo destapado por el Presidente boliviano Evo Morales ante la actitud poco amistosa de las naciones europeas que cerraron su espacio aéreo al paso del avión presidencial a su regreso de Rusia, siguieron las reuniones de desagravio y apoyo de presidentes latinoamericanos a su colega. Destacan algunos pronunciamientos enardecidos y el ofrecimiento de los tres ases del ALBA de conceder asilo a Snowden. Todo ello en cierta forma ha desplazado a la estrella de los focos de atención.
Snowden, llegado de manera sorpresiva a Rusia en un juego de tipo papa caliente de la que nadie quiere hacerse cargo, no tuvo mayor suerte en el plano receptivo. Se ha convertido en un huésped de terminal aeroportuaria estilo Mehran Karimi Nasseri quien pasó 18 años de su vida en un absurdo que sirvió para el guión del filme La terminal. Parecía que finalmente Putin acabaría por acoger al conflictivo viajero. Pero el presidente ruso, que ya había defendido en una entrevista el derecho del gobierno norteamericano a explorar el enmarañado mundo de las comunicaciones con el añadido de que el uso no es una práctica novedosa en las relaciones internacionales, emitió una frase que parece haber puesto en guardia a Snowden. A su ofrecimiento de asilo Putin puso como condición que el norteamericano terminara con las declaraciones que el mandatario ruso tildó de dañinas para su país de origen. En fin, Putin le estaba pidiendo que cerrara la boca si quería quedarse. Algo que parece que es lo que menos quiere hacer Snowden.
Es en este contexto en que se producen las visitas de los presidentes Nicolás Maduro y Evo Morales, casi al unísono. El primero de manera solapada, un gesto extraño para su desmesurada oratoria, evitó manifestar una posición clara sobre un posible asilo a Snowden limitándose a pedir al mundo que protegiera al prófugo. Venezuela estaba entre los 19 países considerados por el agente para encontrar cobijo. Antes le había fallado Ecuador. Correa, tras despliegue propagandístico y la visita del embajador ecuatoriano a la terminal área de Sheremétievo que hacia presumible el destino final del viajero, dijo simplemente que no tenía en sus planes darle asilo.
Correspondió a Evo el bocadillo fuerte a su paso por la capital rusa, epicentro del problema. El pronunciamiento tajante del boliviano sobre su disposición a abrir las puertas a Snowden- gesto soberano pero irresponsable dada la circunstancia en que se manifestaba- puso en guardia a todos los puntos por donde transitaría el avión presidencial. Un grave dilema para estas naciones sabedoras de las posturas que algunos países de la región latinoamericana asumen en los asuntos políticos cuando en ellos se involucra Estados Unidos. Con su disposición manifiesta Evo Morales dio pie a las especulaciones y con ello la razón a un equivoco que se sabia de antemano avivaría el fuego de la hoguera.
Los sucesos posteriores arrojan un poco de luz sobre la pista. La reacción de los dirigentes de Managua y Caracas pone en evidencia la ejecución de un guión bien elaborado. Hablar de asilo sin concederlo en un principio, tensar el ambiente para provocar el estallido y seguidamente justificándose en los hechos tomar la postura de la víctima que ante el pretexto de una agresión da el paso de conferir la categoría de huésped a Edward Snowden. Todo ello acompañado con el discurso de rigor contra del Imperio y sus aliados.
Lo curioso de este hecho que ocupa primeras planas en todo el mundo es el silencio del gobierno cubano cuyo país aparece en la lista de solicitudes hechas por Snowden, y que en un principio parecía ser la ruta obligada hacia Ecuador. Muchos apostaban incluso que la isla caribeña sería el verdadero punto de recepción. Desilusión total cuando en los vuelos que cubrían la ruta de Moscú – La Habana el pasajero mediático no aparecía en ninguno de sus asientos.
Quizás la expresión de algunos entrevistados en las calles habaneras por reporteros de EFE en la capital cubana ofrezca una respuesta a la interrogante sobre esta jugada en la que el gobierno raulista ha preferido no salir en pantalla, ni siquiera en plan de actuación especial. “Cuba no está para buscarse más problemas con los yanquis”- Decía una joven. Otro transeúnte apuntaba que bastante complicación causaba ya la acusación de Estados Unidos sobre la Isla como patrocinadora del terrorismo para darles ahora motivos admitiendo la entrada de “este terrorista”. Palabras textuales.
Mijail Beliate, experto en América Latina de la Universidad Estatal de Ciencias Humanas de Rusia, consideró en su momento que Venezuela sería la principal y única opción de Snowden. Otros expertos consultados por el periódico Izvestia coincidieron con la opinión del académico ruso. Informes de última hora parecen contradecir a Beliate, luego de conocerse que Snowden ha oficializado su petición de asilo a Nicaragua y que el gobierno de Ortega respondió afirmativamente.
Todo hace prever que un nuevo capítulo está a punto de comenzar con las peripecias del refugiado para llegar a tierras centro americanas y las consecuencias de este hecho para las relaciones no muy buenas entre Estados Unidos y Nicaragua. Da igual cual sea la elección. Si acepta la oferta de Maduro, Ortega o Morales. Lo cierto es que una vez llegado Snowden a Managua, Caracas, La Paz o incluso a Quito, será difícil seguirle el rastro. Es dudoso que el destino definitivo de este periplo y el punto definitivo al que se dirija el agente sea la capital nica. El lugar puede servirle cortina de humo que garantice el secretismo sobre el sitio seguro al que irá a parar finalmente y que muy bien pudiera ser ¿Caracas?… ¿La Paz?… ¿La Habana?