LA HABANA, Cuba.- Ya apareció un sustituto para Jean Guy Allard, el periodista canadiense alabardero del castrismo que falleciera el pasado año: se llama Arnold August y también es canadiense.
En menos de dos semanas, este señor August, que no se sabe si es pagado por la dictadura o se trata de un camarada solidario por cuenta propia, presto a elucubrar sin argumentos y a escribir sandeces, ha publicado dos artículos donde arremete contra la oposición cubana, tildándola de anexionista.
Los dos artículos de Arnold August se titulan “¿El final de la ideología en Cuba?” y “La oposición de la izquierda cubana y los anexionistas: dos alas de una misma águila” y fueron colgados en Internet los días 6 y 20 de enero, respectivamente.
En el segundo de estos artículos, Arnold August asegura categóricamente, sin nombrar personas u organizaciones, que “tanto la oposición de la izquierda como de la derecha abiertamente anexionista son dos alas de la misma águila estadounidense”.
August considera que “la más peligrosa oposición a la revolución proviene de la llamada izquierda” y la califica como “un cáncer en la sociedad cubana”.
¿A quiénes se referirá August? ¿A los que desde posiciones indudablemente marxistas hacen señalamientos más o menos críticos al régimen y abogan por un socialismo democrático y participativo? ¿A Pedro Campos? ¿A Armando Chaguaceda? ¿A los tanques pensantes de Cuba Posible? ¿A Harold Cárdenas y los blogueros de La Joven Cuba? ¿A Elaine Díaz o los periodistas de El Estornudo y Havana Times? ¿A los economistas que empiezan tímidamente a cuestionar la viabilidad del plan de desarrollo que se supone conduzca en el año 2030, si no hay tropiezos, al “socialismo próspero y sostenible”?
¿Acaso considerará August más a la izquierda que todos ellos ―ya que los entrecomilla― a un anquilosado régimen dictatorial que impulsa un capitalismo de estado monopólico-mercantilista, y que, testarudamente aferrado al fracasado estatismo a la manera soviética, se niega a la autogestión, a dar participación a los trabajadores en las empresas y lo somete a la más ruin explotación del trabajo asalariado?
Parece que, asustados por la posibilidad de una purga que los haga perder su lugar en la oposición leal, en estos momentos en que el régimen vuelve al atrincheramiento, los de Cuba Posible han rebatido las acusaciones del periodista canadiense en un artículo presumiblemente de la autoría del binomio Veiga-Domínguez. Un desperdicio de rigor académico: las monsergas de Arnold August no merecen tanto análisis.
De cualquier modo, la dictadura, respecto a los que discrepan y disienten, no entiende de derecha o izquierda.
Si Arnold August es el relevo de Jean Guy Allard, es bien pobre su desempeño. Jean Guy Allard, para las infamias contra la oposición ―como las acusaciones de terrorista contra Carlos Alberto Montaner― que repetía en el periódico Granma y en la Mesa Redonda, disponía de algunos datos que le proporcionaba el Departamento Seguridad del Estado. Arnold August ni eso. Se limita, sin argumentos, a lanzar a diestra y siniestra la ridícula acusación de anexionista. Y a hablar mierda.
En los medios oficialistas hay varios periodistas que lo hacen mucho mejor. ¿Para qué irían a buscar a este cotorrón a Canadá, tan lejos como está?
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