LA HABANA, Cuba. – Andar el casco histórico de La Habana engalanado para festejar el 500 aniversario de su fundación, el 16 de noviembre de 1519 por Diego Velázquez, resultó placentero y a la vez deprimente.
El alegre bullicio callejero, la prosperidad de las tiendecitas de suvenires, los restaurantes paladares, los antiguos autos americanos y las habitaciones rentadas a los miles de estadounidenses, acogidos con la hospitalidad y la música criollas, desaparecieron. Apenas se veían pequeños grupos de alemanes y rusos.
El casco histórico, la calle Obispo y la arteria comercial de la calle Galiano hasta la década de 1960 están vacíos, porque los miles de turistas esperados no llegaron para Habana 500. Semivacíos igualmente están los estantes de las tiendas reinauguradas, asediadas por miles de cubanos arremolinados en las colas para aprovechar los limitados surtidos de algunos productos de primera necesidad, como papel sanitario, vendidos en CUC, peso cubano equivalente a divisas.
Con edificios patrimoniales, Capitolio y tiendas restaurados, tres hoteles de lujo recién inaugurados, edificios pintados, calles limpias, suministro de agua que estuvo ausente por décadas y camiones de recogida de basura nuevos gracias a donaciones, el enjambre de norteamericanos de meses atrás se esfumó por las medidas del presidente Trump. Al mismo tiempo, otros extranjeros disminuyeron, alejados debido al descenso económico en sus naciones, y Cuba como país de alto riesgo en ese campo, que sus dirigentes se aferran a no abrir para sus ciudadanos. La Habana ocupa el primer lugar de turismo de ciudad en Cuba.
El turismo internacional en el país hasta septiembre de 2019 registró un decrecimiento de 6,0% al arribar 3 327 392 visitantes, que significan 213 151 menos que en igual período del año anterior. La tendencia a la baja continuó en el mes de septiembre con 201 321 visitantes, 81 478 inferior, lo que representan un 28,8 %. Solo se incrementaron la Comunidad Cubana en el Exterior 5,2% con 470 290 y Rusia 13,8% con 104 300 visitantes. Bajaron todos los demás emisores significativos: Canadá -0,2%, importante por ser el mayor emisor tradicional con 856 770, Italia -25,8%, Inglaterra -23,9%, España -13,3%, Francia-13,5%, Alemania -13,9%, México -2,3%, Otros -10.5%, según la información brindada por la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba.
Estados Unidos con 436 453 personas, descendió 5,2%, lo cual es importante debido al sostenido incremento desde la autorización de los viajes de ciudadanos norteamericanos en 2016 por el presidente Obama, y el elevado ingreso que reportaban no solo a las arcas públicas, sino a los diligentes emprendedores cuentapropistas, que han tenido que cerrar. La prohibición de viajes individuales “people to people” por la Administración Trump se compensó relativamente por la llegada de cruceros que aportan inferiores ingresos monetarios, pero en junio también estos fueron prohibidos, junto con las aeronaves no comerciales y embarcaciones de pasajeros y recreativas en estancia temporal.
En octubre un nuevo golpe a la llegada fue el anuncio de la restricción de los vuelos solo a La Habana a partir del 10 de diciembre, lo que excluye Camagüey, Holguín, Santa Clara, Santiago de Cuba, los cayos, y Varadero, principal destino de playa. Drásticamente se cortan los servicios de American Airlines, Jetblue, otras compañías y charters, con el consiguiente incremento de los precios de los boletos, rodando los 1 500 dólares. ¡Y eso que estamos solo a 90 millas!
Eso no solo incidirá en la llegada de norteamericanos y cubanoamericanos, sino que lesiona grandemente los contactos familiares que se habían restablecido después de décadas de separación, y los revendedores viajantes para comprar los artículos muy deficitarios en el archipiélago, aunque su tendencia era disminuir al expirar las visas por 5 años, en caso de no contar con la nacionalidad española. Los vuelos comerciales se habían restituido el 31 agosto de 2016, con la llegada a Santa Clara de JetBlue procedente de Fort Lauderdale, Florida.
De las 12 mil habitaciones que posee la capital, el 44% es de categoría 2 y 3 estrellas, por lo que se potencia la edificación de instalaciones de alto estándar como los hoteles Manzana Kempinski, Iberostar Grand Packard y Accord Prado y Malecón, expresó el Ministro de Turismo Manuel Marrero, en diciembre de 2018, según Granma. El añadió que con la nueva modalidad de los contratos de administración y comercialización hotelera que incluye financiamiento, podrían revitalizarse los insignes hoteles capitalinos Riviera y Habana Libre. También se construyen en 3ra y 79, Miramar y otros lugares.
En junio, Cuba tenía 72 965 habitaciones. Hasta finales de 2019 está prevista la incorporación de otras 4 197 nuevas capacidades, -el 97 % de ellas en 26 nuevos hoteles, mientras el 3 % restante son ampliaciones, manifestó Marrero durante la inauguración oficial del Hotel Meliá Internacional de Varadero, 31 de agosto.
La aspiración para 2019 era alcanzar más de 5 millones de turistas extranjeros, lo cual significaría un crecimiento del 7,4 % respecto a 2018. En junio se hablaba de que el año cerraría con más de 4 300 000 turistas, aunque ello representa un decrecimiento de un 10 % con respecto a 2018, cuando arribaron 4 732 280 turistas.
El incremento del incipiente mercado chino está priorizado. China será el invitado de honor a la Feria Internacional de Turismo 2021. Del 7 al 13 de noviembre una delegación encabezada por el Ministro Marrero viajó allí para lanzar el destino Cuba, y dijo que trabajan con México y la República Dominicana para ofrecer paquetes turísticos multidestino. Simultáneamente se promueve el mercado ruso, lo cual se destacó durante la reciente visita del presidente Díaz-Canel a Rusia.
A pesar de la disminución de la llegada de visitantes, y la crítica situación financiera nacional, el gobierno continúa la construcción de hoteles y otras instalaciones. Sería conveniente equilibrar las inversiones para destinar mayores recursos a la obsoleta industria y la agricultura con bueyes jalando arados. Antes había monocultivo, ahora a duras penas se obtienen caña y azúcar, pero tenemos mono industria: el turismo.
Lamentablemente, La Habana festeja el 500 aniversario con exquisitas galas para los invitados extranjeros y cubanos de alto nivel, bailes populares para la población, sin los miles de turistas que deberían llegar a los hoteles. Aunque habrán 16 000 fuegos artificiales y la incertidumbre sobre 2020, con mayores carencias porque lo bancos están vacíos y el presupuesto está sin fondos.
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