LA HABANA, Cuba.- El factor esencial para lograr revivir la agricultura es menospreciado en Cuba: el humano. La motivación para trabajar no existe, no hay libertad de participación en la toma de decisiones ni beneficio económico acorde con los esfuerzos. La importación de alimentos asciende a unos 2 mil millones de dólares; la mayoría de estos productos se producía en el país, y se podría volverse a tal nivel de productividad. Cuba afronta una severa crisis económica y carece de liquidez. Sin embargo, continúan las ataduras y los experimentos aperturistas son muy limitados.
El general Raúl Castro, entonces ministro de las Fuerzas Armadas, creó los huertos organopónicos hace 30 años y el Programa de la Agricultura Urbana hace 20, muy discretamente, en pequeñas parcelas y con carácter experimental. Significaban cierta libertad de decisión e incentivo económico al trabajador según la producción. Han obtenido buenos resultados en comparación con la improductiva agricultura con férreo control estatal. Los institutos y centros de investigación existen también desde hace décadas, con especialistas de elevado nivel, que han obtenido notable eficiencia en sus colaboraciones fuera de Cuba. Sin embargo, esos emprendimientos no se extienden a todas las formas productivas de la agroindustria, lo cual resulta muy difícil de entender.
Los huertos intensivos u organopónicos y el Programa de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar (AUSF), dirigidos por el doctor Adolfo Rodríguez Nodal, garantizan las simientes e insumos, remuneran según los resultados y comercializan a precios relativamente módicos para el ahuecado bolsillo cubano. El jefe nacional informó a Granma que todas las unidades del Programa trabajan para mantener la producción de vegetales durante el verano, como habichuela, pepino, ajo puerro, cebollinos y quimbombó, así como se aprovechan las fincas en las mesetas montañosas para los cultivos de lechuga, col, tomate, algunos ajíes o pimientos que permitan asegurar las demandas del turismo y el consumo social. También avanza la utilización de energías renovables con 4 607 unidades, de ellas 1 267 con biodigestores, 688 energía solar y 2 652 energía eólica. Como resultado del recurrido número 77, el Grupo Nacional de AUSF alertó sobre la absoluta necesidad de que los municipios que aún no cuentan con UEB-Granja Urbana resuelvan el problema, pues existe una alta correlación entre los municipios valorados de regular o mal y su carencia, ya que las UEB permiten mayor autonomía y posibilidades de decisión.
Los institutos y centros de investigaciones anuncian la utilización de nuevas técnicas en algunos lugares para expandir la producción en cultivos tradicionales hoy deficitarios. Si los indios cubanos no se hubieran extinguido al comienzo de la colonización española en el siglo XVI, habrían muerto de tristeza por no poder cultivar la yuca para hacer su casabe, sino sembrar según orden del Estado, esperar el paquete tecnológico y vender a la Empresa de Acopio al precio determinado por el Estado. El Instituto Nacional de Investigaciones en Viandas Tropicales (INIVIT), en Santo Domingo, provincia de Villa Clara, ha obtenido y generalizado, según el doctor Sergio Rodríguez Morales, director del lugar, numerosos cultivares de raíces, rizomas tubérculos, plátanos y hortalizas, entre las que se destacan nuevas variedades de boniato, yuca y malanga con potencial productivo superior a los clones comerciales. Asimismo, el Instituto realiza la capacitación de los productores de avanzada en varias provincias y los responsables de las máquinas de riego Fregat, según una nota publicada en Granma el 7 de julio.
El Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), en colaboración con universidades, centros de investigación e institutos del país, está coordinando el Proyecto de Innovación Agropecuaria Local (PIAL) con formas novedosas de gestión por el trabajo grupal y la metodología. También aporta tecnología y estudios del suelo, entre otros. El Ing. Rodobaldo Ortiz, coordinador del PIAL, manifestó que el Sistema de Innovación Agropecuaria Local (SIAL) es de participación, donde se discuten los problemas; una plataforma donde estén todos los implicados pero también los productores, en entrevista del Noticiero Nacional de televisión el 8 de julio. Según la periodista, existen 96 bancos de semillas en 28 municipios; por ejemplo, en Bahía Honda la producción cubre todas las necesidades de frijol de la canasta básica (venta por racionamiento) y han duplicado el rendimiento del maíz. Empezaron en 3 localidades de 2 provincias y ya están en 12 provincias y 45 municipios Se han hecho 18 talleres sobre la manera de hacer. En el INCA está terminando un curso de diplomado de 7 meses con 40 profesionales de 10 provincias para implantar el SIAL.
Las insuficientes medidas de la Actualización del Modelo Económico han tenido lenta aplicación y retrocesos, para mantener el férreo control estatal con las estructuras impuestas a los campesinos, notablemente las pseudo-cooperativas, como las reestructuradas UBPC feraces en improductividad y descontrol administrativo; y los usufructuarios que han demorado 9 años en obtener la extensión del uso de la tierra a 20 años. En contraste, siempre los pequeños campesinos privados han sido los mayores productores, pero con la menor cantidad de tierra. En 2016, el salario medio mensual en Cuba fue 740 pesos (25 dólares), en la agricultura, ganadería y pesca 991 pesos (34 dólares), en ciencia e innovación tecnológica 954 pesos (33 dólares), según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas. Las arduas faenas agrícolas en Cuba son desestimuladas por las condiciones y los salarios, mientras el talento y las labores científicas no reciben los reconocimientos económicos merecidos, incluso cuando aportan prestigio y ganancias en divisas.