CARACAS, Venezuela, abril, 173.203.82.38 -El pasado mes de marzo el gobierno de Corea del Norte criticó a EEUU por su decisión de suspender la ayuda alimentaria que dicho país había acordado brindarle (1). La donación alimentaria prometida consistía en 240.000 toneladas de galletas con alto contenido de proteínas y vitaminas para la población norcoreana. Mensualmente se entregarían 20.000 toneladas de estas galletas a lo largo de un año.
Cómo se explica esta extraña situación que involucra a dos países que arrastran una enemistad desde los años 50 del siglo pasado y cuyos regímenes son tan opuestos tanto en la esfera económica como política. ¿Por qué EEUU acordó dar ayuda alimentaria a la República Comunista de Corea del Norte? y ¿por qué el gobierno norcoreano aceptó recibir ayuda de semejante donante?
En Corea del Norte impera un régimen comunista desde hace seis décadas. Sólo en ese país y en Cuba subsiste este sistema totalitario, el cual se caracteriza por abolir la propiedad privada, y por la existencia un solo partido, el partido comunista, cuyo liderazgo es dueño del Estado. Éste domina y oprime la sociedad y todas las facetas de la vida de las personas. Entonces, qué motivo, o negociación secreta, habría para que EEUU prometiera la ayuda alimentaria.
El ofrecimiento de la donación a Norcorea había sido hecho a cambio de que este país congelara su programa nuclear. Cuando Corea del Norte anunció que lanzaría un satélite a bordo de un cohete entre el 12 y el 16 de abril, EEUU tomó la decisión de suspender la ayuda. Además de EEUU condenaban el lanzamiento Rusia, Japón, Francia y, por supuesto, Corea del Sur. Sospechan estos países que Norcorea lo que iba a efectuar en realidad era una prueba encubierta de un misil balístico de largo alcance, lo cual viola resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU (1718 y 1814) que prohíbe efectuar tales lanzamientos.
Por su parte, el gobierno norcoreano señalaba que el lanzamiento del satélite de investigación Kwangmyongsong-3 se hacia para conmemorar el centenario de Kim Il-Sung (nació el 15 de abril de 1912). Además, deploraba la violación del acuerdo logrado después de meses de negociaciones que establecía no mezclar la política con asuntos humanitarios. Y finalmente exhortaba a EEUU a aceptar “el lanzamiento pacífico de un satélite por parte de una nación soberana” y a reconsiderar su decisión de suspender la ayuda alimentaria.
Regresando al punto de la ayuda. Al pedir tal reconsideración a EEUU, ¿no estaba reconociendo acaso el gobierno de Corea del Norte que su régimen no puede alimentar a los cerca de 25 millones de habitantes que tiene el país? Nos encontramos con lo que parece una gran incoherencia: un país dando muestras de sus cuantiosos gastos en tecnología militar y, al mismo tiempo, pidiendo ayuda alimentaria exterior para satisfacer las necesidades de su gente.
Pero, tal incongruencia no existe. Los países socialistas siempre se caracterizan por su vocación militarista y bélica. Su objetivo nunca ha sido mejorar el nivel de vida de sus habitantes. Por eso su población vive en la miseria, como ocurre hoy en Corea del Norte y Cuba. Igual era en la Madre Patria del Socialismo, la extinta Unión Soviética: inversión militar desproporcionada y escasez permanente de alimentos. Por ejemplo, en 1983 la URSS destinó el 72% de su inversión en ciencia y tecnología en aplicaciones militares y sólo 28% en aplicaciones civiles; EEUU, por el contrario, gastaba 76% en aplicaciones civiles y 24% en militares.
Desoyendo a la comunidad internacional, el 13 de abril Corea del Norte lanzó su cohete. El lanzamiento fue un fracaso vergonzoso, pues el cohete se desintegró y cayó al mar pocos minutos después de haber sido lanzado (se malgastaron $1.000 millones). La ayuda alimentaria ha quedado congelada en perjuicio de la población y el Consejo de Seguridad ha condenado la desobediencia de Norcorea por unanimidad (con los votos de Rusia y China).
En fin, el mundo conoció de primera mano el doble fracaso del socialismo norcoreano: la ayuda alimentaria reveló que no produce suficientes alimentos para satisfacer el hambre de sus habitantes y el fiasco del cohete demostró que tampoco está cerca de convertirse en una potencia en tecnología militar.