LA HABANA, Cuba, 18 de junio de 2013, Leonel Alberto Pérez Belette/ www.cubanet.org.- Recientemente, cientos de devotos se presentaron en el Templo de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, de esta capital, para participar de la misa por los cien años de ser consagrado a la Patrona este inmueble, situado en la intercepción de las calles Salud y Manrique, en el corazón de Centro Habana; uno de los barrios más poblados de la Isla.
Esta construcción eclesiástica había sido dedicada originalmente a la Virgen de Guadalupe, pero para 1913 fue consagrada a “Cachita”, como cariñosamente nombran a la Virgen Patrona de Cuba, la que fuera proclamada como tal por el Papa Benedicto XV en 1916; coronada por Juan Pablo II en 1998; más tarde ofrendada con la Rosa de Oro de la Cristiandad, el 26 de marzo de 2012, por Benedicto XVI con motivo de los 400 años de la aparición de esta invocación de la Virgen María; ocasión en la que este último pontífice ascendió a Basílica Menor el inmueble en cuestión, cuyo párroco actual es el padre Roberto Betancourt.
La celebración, de algo más de dos horas de duración, fue presidida por el Cardenal Jaime Lucas Ortega Alamino (nacido en1936 e investido de púrpura en 1994 por Juan Pablo II), quien también tuvo a su cargo la homilía central; con referencias a su reciente peregrinaje por países europeos, en especial su visita a Ciudad Vaticano; además de la indiscutible presencia de la Virgen de la Caridad en la religiosidad de la mayoría de los nacionales.
Aunque el principal sitio de culto a ella está situado en el poblado del Cobre, en la oriental provincia de Santiago, el templo ubicado en esta urbe tiene un lugar privilegiado entre los pobladores de la Villa, dado que, como exención dentro del catolicismo, en este espacio confluye todo el panteón ecléctico y sincrético de la religiosidad popular; desde la devoción a una santa china, al espiritismo, las prácticas de las religiones afrocubanas, entre otras incontables formas de satisfacer la búsqueda de trascendencia y felicidad.
Las celebraciones proseguirán en los próximos días con la asistencia del presidente de la Conferencia de Obispos Católicos y Arzobispo de Santiago de Cuba, Monseñor Dionisio Guillermo García Ibáñez.