LA HABANA, Cuba. – El pasado martes 8 de agosto, oficiales de Migración del Aeropuerto Internacional “José Martí” y de la Seguridad de Estado retuvieron por varias horas al pastor y periodista de CubaNet Alejandro Hernández Cepero, quien arribaba a la Isla procedente de Estados Unidos.
A principios de julio el comunicador había viajado al país norteño junto a otros líderes religiosos de Cuba, cumpliendo con una invitación para asistir a diferentes eventos con múltiples denominaciones religiosas.
Según denunció Hernández Cepero en declaraciones a CubaNet, cuando aterrizó en La Habana notó que a diferencia de otros pasajeros no podía realizar llamadas telefónicas, enviar mensajes de texto o conectarse a internet a través de datos móviles.
“Enseguida supe que me estarían esperando. Eso [cortar las comunicaciones] lo hacen cuando van a reprimir a alguien, para que nadie sepa lo que pasa con esa persona”, dijo Hernández Cepero.
Al pasar la frontera, amplía, un funcionario de Migración le indicó que debía esperar detrás de la línea roja, con el pretexto de un “chequeo de rutina”.
Minutos después apareció otra funcionaria que se identificó como Danai Rodríguez, y que, entre otras preguntas, se interesó por conocer si era ciudadano o residente de EE.UU., a qué se dedicaba, con qué fines arribaba al país y la cantidad de efectivo que traía consigo.
“No pudo ocultar el choque que le provocó cuando le reclamé que ella sabía perfectamente que yo estaba regresando a mi casa, donde me esperaban mis dos hijos, de los cuales soy papá y mamá y que eso era algo de lo que ellos estaban plenamente conscientes”, continuó explicando.
Tras el interrogatorio, la funcionaria lo acompañó de vuelta a la taquilla de entrada al país y orientó que se le permitiera pasar. Fue entonces que pudo acceder al área de la estera a recoger su equipaje, donde se percató que era vigilado, aseguró a CubaNet.
Mientras aguardaba en la estera, un nuevo oficial de Migración se le acercó y le retuvo por segunda ocasión el pasaporte, para luego trasladarlo al área de Aduana y realizar una minuciosa requisa a su equipaje. “Literalmente, lo revisaron todo, pieza por pieza, como si buscaran algo. Casi me encueran”, acota el pastor y periodista.
Como excusa, argumenta, le explicaron que una de las maletas había sido marcada con la letra F por sospechas de que transportaba drogas. Sin embargo, solo cargaba una bolsa de leche y varios paquetes de café.
“Fue una odisea, y cuando termino ahí, que pienso que ya todo va a acabar, llega otra oficial, muy joven y visiblemente apenada. Esta muchacha me conduce a la oficina de la Contrainteligencia (CI) en la Terminal 3, y allí fue que dieron la cara los que tras bastidores estaban moviendo los hilos”, precisó el entrevistado.
“Quedé sorprendido al ver a quién en su momento se identificaba como el capitán Jorge, alias El Diplomático del [Departamento] 21 de la CI”.
La demora en los trámites para abandonar la terminal se debía a que el represor no había llegado. Según le confesó, estaba lejos y quería verle. Durante el interrogatorio, el capitán Jorge presentó a Hernández Cepero al oficial de la CI que “atiende” al municipio Cerro, así como al nuevo encargado de reprimirlo.
“Me repitió una de sus frases famosas: ‘Tú estás en la acera del frente y estás tirando piedras. Mantente al margen de todo, te va a ir mejor’. En tono afable me tiró varias indirectas con el tema de mis hijos, porque saben que ese es un tema sensible para mí. Por eso denuncio cualquier cosa que pueda suceder en el futuro”, concluyó.
Finalmente, cerca de las 6:00 de la tarde, Hernández Cepero pudo abandonar las instalaciones del aeropuerto y reunirse con su familia. La señal de teléfono y la conexión a internet por datos móviles no pudo recuperarlas hasta pasadas las 7:00 de la noche.