LA HABANA, Cuba.- El rapero cubano Maikel Castillo Pérez, conocido como Maikel El Osorbo, se habría cosido la boca en protesta por su encarcelación, y estaría en huelga de hambre y sed en la prisión de Valle Grande, según contaron a Cubanet fuentes desde la cárcel.
Maikel se encuentra recluido bajo la acusación de atentado, sin embargo, testigos aseguran que el verdadero motivo de su encarcelamiento es el concierto que diera en La Madriguera el pasado 21 de septiembre, en el cual, junto a otros artistas se pronunció en contra del Decreto 349.
La actriz Iris Ruiz y el artista Amaury Pacheco, quienes son amigos del rapero y lo han ayudado en el proceso penal que hay en su contra, aseguran que el cargo de “atentado” que se le imputa viene de un altercado que tuvo con un oficial de la Seguridad del Estado, que terminó con un rasguño en la cara.
Después de la delación de una vecina, porque Maikel estaba filmando en el Parque Curita una detención, “la policía forcejeó con él y uno de los agentes se rasguñó la cara, lo metieron en un carro de policía y poco después lo tiraron en la calle en chancletas, el celular roto y con la niña de dos años. El fiscal, no obstante, le aplicó el artículo 8-3 del Código Penal, que lo que lleva es una multa”. No obstante, ahora reabrieron el caso, y lo acusan de atentado contra un oficial.
El rapero habría escrito una carta en la que pide “encarecidamente a todos los cubanos que se sumen a nuestra lucha pacíficamente, con ideas, con arte, sin derramar una sola gota de sangre”, en la cual, además, denuncia que los cómplices de su condena son la “Fiscalía Provincial y Suprema, el mayor Daldes, jefe del municipio Habana Vieja, la coronela Tania, el instructor Maikel, y el mayor del DNA Juan José”, a quienes tilda de “instrumentos de una dictadura que estigmatiza, margina y condena a cualquiera que se le oponga”.
Maikel había encontrado en el Hip Hop una manera de salir de la marginalidad a la que fue condenado por circunstancias familiares, pero también por la falta de políticas públicas que se preocupen por jóvenes sin apoyo o amparo filial.
El Osorbo es solo un ejemplo de muchos jóvenes marginales que llenan las cárceles del régimen, y su caso lo agrava la decisión de desenmascarar a los culpables con la esperanza de que un día se haga justicia. Esperemos que las autoridades lo excarcelen antes de que ocurra lo peor.