LA HABANA, Cuba. – El prisionero político Yasser Fernando Rodríguez González fue trasladado el pasado mes de julio al centro penitenciario pinareño Kilo 5½, según denunció él mismo vía telefónica.
El prisionero contó que el 12 de julio los militares lo trasladaron a la prisión de Ivanov, ubicada en el municipio Cotorro, en La Habana. En ese centro carcelario lo mantuvieron durante dos días y posteriormente lo transportaron de regreso hacia El Pitirre. Unos días después lo llevaron al Combinado del Este y, por último, el 27 de julio lo condujeron a Kilo 5½.
Rodríguez González se refirió también a la mala calidad de los alimentos destinados a la población penal en la cárcel pinareña, los cuales, según subrayó, están “peor que en La Habana”. El prisionero político señaló asimismo que los reclusos se ven escuálidos y en ocasiones llegan a desmayarse.
Paradójicamente, agregó Rodríguez González, los militares no permiten a los internos conservar la comida que les llevan sus familiares y que no llegan a consumir mientras se encuentran en el área de visitas.
El propio prisionero fue víctima de esta medida arbitraria el 31 de julio, cuando el teniente Yusniel Hernández Hernández, jefe del área 3, se negó a dejarlo entrar con los alimentos que no había tenido tiempo de comer durante el encuentro familiar. Ante las protestas del prisionero político, que se ve obligado a masticar despacio pues por falta de atención médica perdió los dientes en cautiverio, el militar le respondió de manera indolente que tenía que botar los alimentos. Esto motivó una discusión con el oficial, quien alegó que cumplía órdenes. De acuerdo con Rodríguez González, otro de los oficiales que pone en práctica esas restricciones es el capitán Lázaro Domínguez Iglesias.
Rodríguez González señaló de igual modo que los militares tampoco les permiten a los prisioneros recibir ninguno de los medicamentos que les traen sus familiares, como antibióticos o analgésicos, a pesar de que en la instalación carcelaria no hay medicinas.
En este sentido, el prisionero político dio a conocer que en el penal existe una gran cantidad de reclusos aquejados de fiebre, cuyas causas se desconocen debido a que no les hacen ninguna clase de análisis para determinar el origen del padecimiento. Algunos enfermos sangran por la boca y por la nariz, y las autoridades penitenciarias y sanitarias se limitan a decirles, sin haberlos examinado, que se trata de dengue. El prisionero destacó que incluso han muerto varios internos sin que se hayan esclarecido las causas de los decesos.