MIAMI, Estados Unidos.- El asesor y asistente del presidente Obama y uno de los negociadores del deshielo de las relaciones diplomáticas con Cuba, Ben Rhodes, ha publicado que la Casa Blanca prepara la autorización para extender las categorías de viajes a la isla caribeña.
Según publicó Rhodes el pasado 20 de julio en un artículo del blog Viewfinder, del popular sitio web de viajes Expedia, “la Administración (Obama) está trabajando para incrementar las opciones autorizadas de viaje” de estadounidenses a Cuba.
“Si el presidente puede viajar (…) usted también debería poder hacerlo”, escribe quien es además asesor adjunto de Seguridad Nacional para Comunicaciones Estratégicas y redacción de Discursos del Ejecutivo.
Actualmente los ciudadanos estadounidenses enfrentan la prohibición de realizar viajes turísticos a Cuba. Solamente pueden ir a la Isla bajo alguna de las doce categorías autorizadas a partir de que en diciembre de 2014 los gobernantes de EE.UU. y Cuba anunciaran el inicio del acercamiento.
No obstante, más de 700 000 estadounidenses se las han ingeniado para ir a Cuba de forma legal, desde que fue anunciado el deshielo. A continuación, CubaNet reproduce en español el texto de Ben Rhodes publicado en el sitio Viewfinder:
Un año después: cambiando el rumbo con Cuba
Cuba está a sólo 90 millas de Estados Unidos, cruzando el Estrecho de la Florida, pero durante los últimos 50 años la distancia parecía mucho mayor.
Por más de cinco décadas EE.UU. siguió una política de aislamiento con Cuba. Un vestigio de la Guerra Fría en nuestro hemisferio que permaneció mucho después de que el mundo cambió. La política no funcionó. El sistema político de Cuba no cambió. Los cubanos no vivían mejor.
El presidente Obama cambió el rumbo. Puso fin a medio siglo de aislamiento fallido e inició el proceso de normalizar las relaciones con uno de nuestros vecinos más cercanos.
Este mismo día del año pasado, el presidente Obama restableció formalmente las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba, y la bandera de Estados Unidos fue izada una vez más sobre nuestra embajada en La Habana.
Entonces, ¿qué significa normalizar las relaciones?
Restablecer las relaciones entre los EE.UU. y Cuba nos permite avanzar en nuestros intereses y mejorar las vidas de los cubanos. Tenemos una historia complicada y difícil, pero no necesitamos ser definidos por ella. Normalizar relaciones ayuda a nuestros gobiernos a trabajar juntos en temas de mutuo interés y abordar directamente nuestros desacuerdos.
Hemos tomado una serie de medidas para aliviar las restricciones al comercio, los viajes y las transacciones financieras, con el propósito de prestar un mayor apoyo al pueblo cubano y fortalecer los lazos entre estadounidenses y cubanos. Creemos que nuestra gente son nuestros mejores embajadores.
En marzo pasado, el presidente Obama se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en visitar Cuba desde 1928. Llegó por el Aeropuerto Internacional José Martí, anduvo por la Habana Vieja, y presenció un juego de béisbol. También habló directamente con el pueblo cubano desde el mismo lugar donde lo hiciera el presidente Coolidge, casi un siglo antes que él. En el Gran Teatro de la Habana el presidente dijo:
“La Habana está a solo 90 millas de la Florida, pero para llegar aquí tuvimos que recorrer una larga distancia —por encima de barreras de historia e ideología, barreras de dolor y separación—. Las azules aguas bajo el Air Force One alguna vez llevaron barcos de guerra hacia esta isla —para liberar a Cuba, pero también para ejercer control”.
“He venido aquí a enterrar los últimos vestigios de la Guerra Fría en Las Américas. He venido aquí a extender una mano de amistad al pueblo cubano”.
Si el Presidente puede viajar a Cuba, usted debería poder hacerlo también. Y estamos dando pasos para asegurarnos de que así sea. Los viajes de estadounidenses a Cuba con fines turísticos siguen prohibidos por ley, y el presidente Obama ha pedido en repetidas ocasiones al Congreso que levante la prohibición de viajar. En tanto, la Administración está trabajando para incrementar las opciones autorizadas de viaje.
Estados Unidos aprobó recientemente restablecer hasta 110 vuelos diarios entre nuestros países —incluyendo 20 vuelos diarios a La Habana desde diez ciudades de EE.UU., operados por ocho aerolíneas estadounidenses—. Hoteles, líneas de cruceros, empresas de hostelería y servicios financieros, todos estadounidenses, están operando ahora en Cuba.
El cambio tomará tiempo. Normalizar las relaciones es un proceso complejo y continuo. La comunidad cubanoamericana es muestra de que, cuando nos acercamos a Cuba, no se trata solamente de política exterior. Para muchos estadounidenses, se trata de su familia.