LA HABANA, Cuba, 16 de septiembre de 2013, Yadira Rodríguez Bombino/ Red Cubanas de Comunicadores Comunitarios/ www.cubanet.org.- Las personas de bajos ingresos o desempleados por discapacidad o estatus social, han considerado un nuevo empleo, que radica en la recogida de materia prima para después venderla al peso.
Están los que recogen latas de refrescos o cerveza y las acumulan por varios días para tener una cantidad apropiada, o cambiarlas por botellas de refresco y comestibles. Pero como en todo existe su competencia, hay puntos de compras estatales y particulares; este último es clandestino, pero paga mejor la mercancía y después la negocia con los puntos de compras estatales, o las vende a los que tienen fábricas ilegales de refresco, o de otros productos; así se ayudan unos a otros, por detrás del Estado.
Parece fácil, pero los que recogen las latas en las calles tienen que pasar por varias dificultades, muchas veces engorrosas. Es difícil introducirse dentro de los contenedores de basura y sacar las latas sucias; esto implica un riesgo a contraer enfermedades o bacterias, porque los recolectores no usan protección alguna.