MIAMI, Estados Unidos.- Luego de más de dos semanas de total incomunicación, familiares del preso político Didier Almagro Toledo exigen al régimen fe de vida del joven. Su madre, Maidelín Toledo, dijo a CubaNet que la última llamada que recibió de su hijo fue muy angustiante.
“Me dijo que la situación estaba tensa porque los guardias querían obligarlo a aceptar la reeducación comunista y él se negaba rotundamente. A mi hijo le han quitado todos sus derechos por ser un preso plantado, y lo único que nos queda es una llamada telefónica para saber cómo se encuentra”, explicó Toledo.
Son muchos los presos que con frecuencia denuncian represión por parte de sus carceleros al negarse a recibir el llamado “plan de reeducación”. En 2017, Lisandra Rivera, una joven activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) fue confinada en una celda de castigo durante casi 100 días porque se negó a pararse en firme y rendirle honores durante los recuentos diarios a carceleras y altos militares.
“Mi hijo Nacho se niega a rendirle pleitesía a esos esbirros, tampoco participa en actividades políticas o recreativas de ese lugar, y la última amenaza que recibió fue que por su postura rebelde iba a sufrir graves consecuencias”, lamentó la madre de Didier Almagro.
En la última llamada, Nacho, como cariñosamente le llaman al joven, alertó sobre lo que podría ocurrirle, y desde entonces las autoridades de la prisión de mayor seguridad Pre-Tensado le han mantenido en total incomunicación.
“La última vez que lo golpearon yo pensé que me lo habían matado, porque me lo ocultaron para que no vieras los moretones, lo golpearon solo por pedir atención médica. Son malos, esas personas son malas y yo todos los días vivo pensando que a mi hijo me lo van a matar en prisión, no sería la primera vez. Por eso exijo prueba de vida, y a la comunidad internacional que no deje solos a los presos políticos cubanos”, expresó.
Didier Almagro Toledo fue arrestado el 4 de agosto de 2020 junto a otros opositores que se unieron a la comunidad para protestar contra un prolongado apagón. Todos fueron liberados al día siguiente menos él, motivo por el cual se mantuvo por seis días en huelga de hambre.
Meses después, el 29 de octubre, el joven artista y activista miembro de la Academia Julio Machado fue llevado a juicio y sentenciado a tres años de cárcel por el supuesto delito de “desorden público”. Desde el mes de agosto se encontraba en la cárcel La Pendiente, pero el pasado 11 de diciembre fue trasladado por órdenes de la Seguridad del Estado a la prisión de mayor rigor de Villa Clara, conocida como el “Pre Tensado”.
Entre las denuncias que sus familiares han realizado hasta el momento figuran incluso golpes por la cabeza, los que recibió la misma noche del arresto en la unidad de Instrucción Penal de la ciudad de Placetas, por la Brigada Especial de la policía política.
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