MIAMI, Estados Unidos.- Las recientes medidas de relajamiento a las restricciones a Cuba por parte del presidente estadounidense, Barack Obama, abren las posibilidades para que franquicias de restaurantes o distribuidores de neumáticos puedan negociar contratos en la Isla.
Del mismo modo, según informa el Nuevo Herald, una firma de ingeniería o arquitectura podría trabajar en un proyecto constructivo en Cuba, y un viajero estadounidense puede regresar a su país con la maleta cargada de cuantos habanos y rones de exportación pueda.
Según Andy Fernández, un abogado basado en Miami y jefe del Equipo Cuba del bufete de abogados Holland & Knight, “estos cambios no son solo de naturaleza técnica” debido a que “otorgan autoridad adicional y tienen por fin aumentar la actividad comercial con Cuba”.
El más importante de esos cambios es uno que permite a empresas estadounidenses firmar contratos contingentes o memorandos de entendimiento vinculantes, de acuerdo al especialista de Holland & Knight.
En las condiciones actuales, ejecutivos estadounidenses podrían ir a Cuba, discutir transacciones de negocios prohibidas por el embargo y firmar contratos de cumplimiento obligatorio. La diferencia es que antes se precisaba autorización de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, un proceso que demora unos nueve meses.
Los ejecutivos, por tanto, han dudado en invertir tiempo en explorar más Cuba. “Antes podían ir (…) y tantear el terreno, pero no podían firmar ningún contrato sin autorización previa”, señaló el abogado Fernández. El cambio pudiera convertir ahora a Cuba en una propuesta más atractiva para grandes empresas de EE.UU.
Otro gran beneficiado por las más recientes medidas de la Casa Blanca hacia Cuba es la terminal de contenedores de Mariel, dado que se suspendió la regulación que impedía a un buque tocar puerto estadounidense durante 180 días tras haber estado en puerto cubano.
El puerto de Mariel podrá recibir inclusive los grandes buques tipo neopanamax, y en la Isla se podrán transferir cargas a barcos de menor calado que podrán abastecer puertos de EE.UU.
El cambio dictado por Obama “comienza a restablecer una competencia comercial normal” y da una mayor posibilidad de que las navieras incluyan a Cuba en sus itinerarios.
De acuerdo a las nuevas normativas estadounidenses, ahora existen posibilidades además en sectores como la salud.
Sin embargo, el gobierno de Obama no contempló permitir que instituciones financieras operadas por el gobierno cubano tengan cuentas corresponsales en instituciones financieras con sede en EE.UU. De esa manera, los pagos de exportaciones permitidas seguirán teniendo que enviarse por bancos en terceros países.