MADRID, España.- En el año 1998 la televisión cubana estrenó la telenovela El eco de las piedras, ambientada en los inicios del siglo XIX. La trama tenía como la lucha entre los terratenientes azucareros de ideas conservadoras y los esclavos que anhelaban su libertad, ofreciendo a los televidentes una ventana a la complejidad social y cultural de la Cuba de esa época.
Bajo la dirección de Francisco (Paco) Anca, la historia se desarrolla en el seno de la familia Santa Cruz Masvidal de la Gándara. La llegada desde España de Juan Tomás, interpretado por Vladimir Villar, un mulato y antiguo esclavo de la familia, desencadena una serie de eventos que desafían los prejuicios y desmanes de la sociedad.
Juan Tomás asume la responsabilidad de cuidar el patrimonio de la familia y busca introducir mejoras tecnológicas en los ingenios azucareros, evidenciando la innecesaria dependencia de la mano de obra esclava. Este propósito choca directamente con la mentalidad conservadora de Faustino Montori, interpretado por Reynaldo Cruz, esposo de Fé María Santa Cruz, una joven blanca de familia acaudalada interpretada por Amarilys Núñez.
Se complica aún más con el surgimiento del amor entre Juan Tomás y Fe María, hermana de Luis Felipe Santa Cruz, el hijo mayor de la familia. Sin embargo, este romance se ve amenazado por el autoritario Faustino Montori, apoderado de la familia.
La historia se desenvuelve en un contexto en el que la máquina de vapor está a punto de reemplazar a la mano de obra esclava, marcando un cambio trascendental en la sociedad cubana.
El reparto, encabezado por Amarilys Núñez, Carlos González, Dianelys Brito, Jorge Ryan, Norma Reyna, Reynaldo Cruz y Vladimir Villar, logró dar vida a personajes complejos que exploran las virtudes y vicios de la sociedad.
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