MIAMI, Estados Unidos. — Dizzy Gillespie, cuyo nombre real era John Birks Gillespie, fue un reconocido trompetista, compositor y director de orquesta de jazz estadounidense.
Nació el 21 de octubre de 1917 en Cheraw, Carolina del Sur, y falleció el 6 de enero de 1993 en Englewood, Nueva Jersey. Gillespie es considerado una de las figuras más influyentes e innovadoras de la historia del jazz.
Dizzy Gillespie fue una figura clave en el desarrollo del bebop, un estilo revolucionario de jazz que surgió en la década de 1940. El bebop se caracterizó por armonías complejas, tempos rápidos e improvisación.
Era conocido por su virtuosismo al tocar la trompeta. Tenía una campana de trompeta curvada distintiva y un estilo único de tocar, que incluía su característica campana de trompeta “doblada” o “hacia arriba”.
Gillespie colaboró estrechamente con el saxofonista Charlie Parker. Se les atribuye el mérito de ser pioneros en el bebop, con piezas de culto como Salt Peanuts y A Night in Tunisia.
Introdujo nuevos elementos en el jazz, incluidos ritmos e instrumentos afrocubanos. Desempeñó un papel importante en la popularización del jazz latino en los Estados Unidos.
La riqueza musical de Cuba fue una de las grandes debilidades de Dizzy, quien viajó a la Isla en varias ocasiones para incorporar nuevos elementos a su obra.
“Los cubanos realmente tocan la música más emocionante, no los copiamos exactamente, pero copiaremos algunos de sus métodos y los aplicaremos a lo que intentamos hacer. La música cubana ha tenido un efecto tan profundo en la música actual que si no las conoces difícilmente puedas conseguir un trabajo en Estados Unidos en este momento”, dijo Gillespie en alguna ocasión.
Dizzy Gillespie viajó a Cuba por primera vez en 1977. Visitó nuevamente la Isla en 1982. Luego, viajó dos veces más para participar en los festivales internacionales Jazz Plaza. Durante sus visitas reveló su ojo para el talento cubano y manifestó abiertamente el deseo de apoyarlo.
A lo largo de su carrera, Gillespie dirigió varias grandes bandas y pequeños grupos influyentes. Asimismo, ayudó a lanzar las carreras de muchos jazzistas. También era conocido por su presencia carismática y enérgica en el escenario, a la que añadía un toque de humor en sus actuaciones, ganándose el cariño del público.
El impacto de Dizzy Gillespie en el jazz y la música en general es inconmensurable. Dejó un legado duradero y sus contribuciones continúan inspirando e influyendo en músicos de diversos géneros. Su música y sus innovaciones tuvieron un impacto profundo y duradero en el mundo del jazz, por lo que es considerado una verdadera leyenda en la historia de la música estadounidense.
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