MIAMI, Estados Unidos. — La plana mayor del régimen cubano a reaccionado “a lo grande” tras la victoria del equipo Cuba que interviene en el quinto Clásico Mundial de Béisbol.
El éxito ante Australia con marcador de cuatro carreras por tres tiene al castrismo eufórico, y prueba de ello han sido las reacciones del gobernante Miguel Díaz-Canel y de su esposa, Lis Cuesta Peraza.
La arenga del régimen la inició la propia “Primera Dama”, quien durante el partido llamó a los religioso de la isla a echar “agua y cascarilla” sobre la grama del Tokyo Dome. Insólito.
“¡Babalaos, actívense! Agua y cascarilla para el terreno pal terreno”, escribió la esposa de Díaz-Canel, quien un rato después celebró la clasificación de la selección cubana a las semifinales del certamen, que se disputarán el 19 y 20 de marzo en el LoanDepot Park de Miami.
“Ganamos. ¡Estamos en semifinales!”, tuiteó Cuesta Peraza tras concretarse la victoria de Cuba.
Otro tanto hizo Miguel Díaz-Canel, quien vinculó el éxito del equipo al aniversario de la protesta de Baraguá.
“Un 15 de marzo, un día tan maceísta, Cuba tenía que ganar”, señaló el primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC).
El pase de Cuba a las semifinales del Clásico Mundial de Béisbol ha generado polémica y división en redes sociales. El elenco antillano disputará la semifinal ante un rival aún por definir, que saldrá del enfrentamiento entre el segundo del Grupo D, que integra a las selecciones de Estados Unidos, México, Canadá, Colombia y el Reino Unido, y el ganador de la llave D, donde se encuentran Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico, Israel y Nicaragua.
Cuba no avanzaba a las semifinales del Clásico Mundial de Béisbol desde la edición de 2006, cuando superó en esa instancia a República Dominicana tres carreras por una, para luego caer en la final ante Japón, 10-6.