MIAMI, Estados Unidos. – El régimen cubano dictó sentencia contra los seis médicos llevados a juicio en Granma por las supuestas negligencias que habrían provocado la muerte de un paciente accidentado de 23 años, según dio a conocer en su perfil de Facebook Katia Ramírez, tía de uno de los galenos.
“Lo que por supuesto temíamos, que tanta demora sería para dar paso a la injusticia, y así fue”, denunció Ramírez. “Hoy llevaron a casa de los abogados la sentencia, notificaron a los médicos, pero no tienen en sus manos el documento. Pero por supuesto no podían impugnar el proceso porque sería perder y no lo aceptarían”, agregó.
La mujer especificó que la radióloga involucrada en el caso, Elizabeth Silvera, resultó absuelta, mientras que el resto de los implicados fueron condenados a prisión domiciliaria por períodos que van desde uno a tres años (su sobrino, William Pérez Ramírez, fue condenado a un año, Yoandra Quesada Labrada a un año y seis meses, Rafael José Sánchez Vázquez y Henry Rosales Pompa a dos años, y Ristian Solano a tres). “Todos en prisión domiciliaria y a disposición de la DPS [Dirección Provincial de Salud]”, especificó.
Asimismo, aseguró que los médicos y sus familiares seguirán “luchando y apelando a las instancias que sean necesarias”.
A finales de noviembre de 2023, Quesada Labrada ofreció su testimonio sobre los hechos y circunstancias del incidente. Un audio de la cirujana, publicado en redes sociales por el periodista Ernesto Morales, da cuenta de la escasez de insumos y otros recursos esenciales en los centros asistenciales de Cuba, particularmente en el Hospital “Carlos Manuel de Céspedes”, de Bayamo, donde ocurrieron los hechos.
Según sus declaraciones, el paciente en cuestión era un joven de 23 años que llegó al hospital el día 17 de diciembre de 2021 caminando y acompañado, mostrándose además comunicativo y orientado.
En un primer momento, fue examinado por el doctor Ristian Solano, encargado de la estancia, a quien le dijo que se había caído de una moto.
La doctora refiere que ella se involucró con el caso a la hora de entrar al salón, cosa que hizo “sin demora” o “ninguna morosidad”. El joven accidentado, temeroso por la situación y su salud, contó que había sufrido un accidente mientras manejaba a una velocidad superior a los 100 kilómetros por hora.
Una vez en el quirófano no había aspiración porque el equipo no servía, no había sonda vesical, ni tampoco levine, un insumo “indispensable” para la operación que pretendían realizar, explicó Quesada.
“Conseguimos un levine. Las suturas no las buscó ningún familiar, todas se las puse yo (…) porque el salón, el hospital y el resto administrativo ninguno tenía de nada. Porque en el hospital no hay de nada, no hay cara, no hay corazón, no hay disciplina humanitaria. A nadie le importa nada”, contó la cirujana.
En medio de esas circunstancias y otras dificultades, la operación se llevó a cabo con los escasos medios disponibles y otros insumos que pudieron conseguir los médicos. El joven salió del salón a recuperarse y eventualmente falleció.
“¿Qué ellos nos están imputando a nosotros?”, cuestionó Quesada con relación al juicio. “Los fiscales de aquí no saben ni pin…, pero tampoco buscan a un médico experto que se les siente de frente y ayude o apoye. El 98% de las pancreatitis post-traumáticas fallecen”.
De acuerdo con una publicación en Facebook del médico exiliado Alexander de Jesús Figueredo Izaguirre, el joven fallecido era hijo de un “peje gordo”, razón por la cual el caso de los seis médicos granmenses escaló rápidamente a un proceso judicial.
El proceso legal contra los seis galenos generó un notable rechazo entre el gremio de salud en la Isla y la población.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.