LA HABANA, Cuba. – “Pedí cinco pesos para comer”, dice Antonio Castellanos Sánchez, un holguinero discapacitado físico que a sus 60 años aparenta más edad.
Con la mano izquierda, al mismo tiempo que sujeta los cinco pesos que le acaban de regalar, se sube la manga derecha del pulóver y muestra una lesión en el bíceps derecho y otra, más profunda y con cicatriz pronunciada, en el antebrazo izquierdo.
Las lesiones las sufrió hace una década atrás en un accidente laboral en la panadería donde trabajó 15 años. “Una máquina me rompió los brazos. Me sacaron carne de la pierna para injertarla en la zona afectada”, explica Castellanos.
“No puedo ni agacharme”, lamenta, y se inclina con dificultad. “La cadera la tengo jodía también y mis brazos son débiles y ahora no puedo ni coger un azadón para desyerbar patios o jardines y ganar algo para completar el dinero y no pasar hambre”, dice, y hace una pausa. Después abre los brazos, mueve la cabeza y retoma el hilo de la conversación: “Si yo no tuviera los impedimentos físicos, trabajaba y no le pedía un peso a nadie. Esto no es fácil”.
Castellanos usa una gorra roja decolorada con una cruz bordada encima del nombre “Jesús”, también bordado. En su hombro izquierdo le cuelga una mochila vieja y rota. Con la mano derecha sujeta un bastón.
“No podemos quedarnos encerrados en la casa, tenemos que vivir caminando para que la gente nos vea y nos ayude. Siempre hay alguien que siente lástima por nosotros y nos da dinero o un plato de comida”, dice.
El Estado, ¿atiende o se desentiende?
Alrededor de un 5 por ciento de la población cubana posee algún tipo de discapacidad o padecimiento. Un 20 por ciento del total de personas que poseen algún tipo de discapacidad tienen problemas para caminar, según el Informe Nacional del Censo de Población y Viviendas de 2012.
En 2021, mediante su Acuerdo 9040/2021, el Consejo de Ministros de Cuba creó la Comisión Nacional para el Seguimiento y Monitoreo de las Disposiciones de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Como Estado parte de esta convención, Cuba adquiere el compromiso de garantizar, sin discriminación alguna, el pleno ejercicio de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas en situación de discapacidad. Tal compromiso se encuentra plasmado en el Artículo 89 de la Constitución cubana, donde además se determina que el Estado debe crear las condiciones requeridas para la rehabilitación o el mejoramiento de la calidad de vida, autonomía personal, inclusión y participación social de este grupo.
Los derechos de las personas en situación de discapacidad también quedaron plasmados en el nuevo Código de las Familias de Cuba, que entró en vigor el 27 de septiembre de 2022.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, en la Isla estas normas legales se quedan en las buenas intenciones, como demuestran los cientos de discapacitados desatendidos que deambulan por las calles cubanas.
¿Trabajo duro para qué?
Castellanos comenzó su vida laboral a temprana edad. “Cuando era joven trabajaba duro y ayudaba a los más necesitados. Eso me hacía feliz”, cuenta.
El señor vive en una casa en malas condiciones constructivas, junto a su madre de 77 años, Rosa Sánchez Gijón. “Mi mamá trabajó mucho y ahora le pagan una miserable pensión de 1.528 como la mía”, lamenta.
El importe total de sus respectivas pensiones no cubre las necesidades mínimas de ninguno de los dos. “La chequera de mi mamá y la mía juntas no nos alcanza. Todo está muy caro. En la calle una libra de carne de puerco está a 420 pesos, los plátanos a 50 la unidad, una libra de papa a 150…”, enumera Castellanos.
“Los mandados de la bodega se acaban en menos de una semana. Y cada día lo reducen más”, prosigue. “¿De dónde vamos a sacar dinero para comprar comida? Pasamos hambre. Por eso salgo a la calle a ‘luchar’ la vida”, concluye el hombre.
“Yo trabajé 20 años y mi madre también trabajó. Tanto sacrificio para al final no tener nada. Somos pobres. A veces viene uno del Gobierno y me ve lisiado y dice ‘pobre hombre’, pero no me da un plato de comida para vivir”.