MIAMI, Estados Unidos. – Luciano Pozo González o simplemente Chano Pozo, el hombre nombrado “El Tambor Mayor” de Cuba por el gran Fernando Ortiz, nació el 7 de enero de 1915 en La Habana, hace ya 108 años.
Considerado por muchos como el fundador del latin jazz debido a su introducción de la percusión afrocubana en el jazz, Chano Pozo creció en el ambiente de los solares de Belén, Jesús María y Cayo Hueso, en La Habana.
Su adolescencia, durante la cual limpió zapatos y vendió periódicos para ganarse la vida, transcurrió rodeada de la religión abakuá y sus típicos toques de santos y plantes, lo que influyó en gran medida en su virtuosismo posterior a la hora de tocar el tambor y la tumbadora.
Comenzó a participar en los típicos carnavales de la época y fue percusionista de comparsas como El Barracón, La Mexicana, La Jardinera y Los Dandys.
En 1940, cuando ya era reconocido su talento —tocaba con tres y hasta cinco tumbadoras a la vez—, por influencias de Rita Montaner comenzó a trabajar en la emisora Radio Cadena Azul.
Durante los años posteriores compartió escenario con La Única, fue primer bailarín del espectáculo de Tropicana y fundó el septeto Conjunto Azul. Algunos de sus temas como “Blen, Blen, Blen”, “Nagüe, Nagüe”, “Pin Pin”, “Bocoboco” y “Ariñáñara Bocuere” se volvieron muy populares.
Según el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante, “por un tiempo el jazz se pudo llamar Chazz”. El autor de Tres tristes tigres introduce la letra de “Blen, Blen, Blen” en un fragmento de su emblemática novela.
Siguiendo los consejos de Rita Montaner y Miguelito Valdés, Chano viajó a Estados Unidos en 1946. Allí continuó su crecimiento musical y tocó con músicos como Mongo Santamaría, Julio Collazo, Desi Arnaz.
En 1947, el músico cubano Mario Bauzá, que sabía que el afamado trompetista Dizzy Gillespie estaba buscando un tamborero, le recomendó a Chano. Gillespie quedó encantado y lo contrató en su grupo. A partir de ahí surgiría una unión perfecta que revolucionó la historia del jazz.
El resultado de esta unión no tardó en tener éxito, y la música creada por Gillespie y Pozo, pasó a denominarse cubop, como subgénero del bebop, considerado por muchos como los inicios del latin jazz.
El 3 de diciembre de 1948 Chano Pozo sería asesinado en el Río Café & Lounge, en Harlem, Nueva York.
Los detalles de su prematura muerte, cuando solo contaba 33 años, nunca quedaron esclarecidos. Algunos afirman que ocurrió el día 2, y que el arma homicida fue un puñal. También hay discrepancias sobre los motivos; pero la versión más apoyada por los investigadores es la relatada al escritor Leonardo Padura por Mario Bauzá.
“La noche del 3 de diciembre, Chano, Miguelito Valdés y yo estábamos citados para un debut en un bar, y yo estuve por la tarde cambiando unos cheques de viaje que tenía. Como todavía faltaba un rato, me quedé en la casa oyendo la pelota de Cuba, en un radiecito que tenía, cuando me llaman por teléfono y me dicen: ‘Oye, Mario, acaban de matar a Chano. En Lennox, entre la 111 y la 112. Entonces me puse a averiguar y supe que la muerte de él fue prefabricada por otra persona, por la envidia que volvió a despertar aquí, por haber triunfado y tener dinero”.
Los restos de Chano fueron trasladados a La Habana y sepultados en el Cementerio de Colón. “Sin Chano ya esto no es lo mismo”, dijo Gillespie tras su muerte.
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