MIAMI, Estados Unidos. — Bruno Rodríguez Parrilla, canciller del régimen cubano, aseguró este martes en redes sociales que en la Isla “se reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa”.
Las declaraciones del funcionario castrista se produjeron en respuesta al informe anual sobre Libertad Religiosa Internacional del Departamento de Estado de EE. UU., que expuso numerosos casos de represión contra religiosos en Cuba durante el 2022.
“En Cuba se reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa. Las calumnias del reciente informe del Departamento de Estado pretenden desacreditar a nuestro país, con el interés de justificar las medidas inhumanas de bloqueo de Estados Unidos, que violan los Derechos Humanos de nuestra población”, escribió Rodríguez Parrilla en su cuenta de Twitter.
En #Cuba se reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa. Las calumnias del reciente informe del Departamento de Estado pretenden desacreditar a nuestro país, con el interés de justificar las medidas inhumanas de bloqueo de EEUU que violan los DDHH de nuestra población.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) May 15, 2023
La publicación del canciller del régimen recibió respuestas de activistas cubanos en el exilio, quienes le acusaron de mentir y de negar hechos contrastados.
“En Cuba no se respeta el pensamiento, muchísimo menos las creencias religiosas, la historia está por ahí desde 1959”, comentó Jorge E. Naranjo, quien recordó a Rodríguez Parrilla que “el 17 de septiembre de 1961, Fidel Castro ordenó la expulsión de Cuba de más de un centenar de religiosos, entre ellos 136 sacerdotes cubanos y españoles”.
“El informe no desacredita a nadie, y menos a Cuba. Bruno Rodríguez, Cuba y el gobierno cubano no son lo mismo, aunque tú y tus jefes insistan en su ventajismo y su cobardía en que sí”, indicó el artista cubano Julio Llopiz-Casal.
A inicios del presente mes, la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos (USCIRF), tras presentar su informe anual sobre libertad religiosa, recomendó incluir a Cuba entre los “países de especial preocupación”, debido al incremento de la represión contra religiosos durante el pasado año.