LA HABANA, Cuba, 8 de julio de 2013, Manuel Guerra Pérz. La selección de fútbol de Cuba culminó su discreta participación en la XIX edición del Campeonato Mundial de Fútbol Sub-20 que se celebra en Turquía.
El once antillano que por primera vez acude a un mundial de fútbol en esta categoría, a donde acudieron 24 selecciones de las seis confederaciones afiliadas a la FIFA, estuvo enrolado en el grupo B junto a las escuadras de Corea del Sur, Nigeria y Portugal, pero no pudo obtener punto alguno al caer derrotado en el primer encuentro 1-2, ante Corea del Sur, equipo que estuvieron derrotando 1-0 en el primer tiempo, para luego sucumbir en partidos posteriores frente a Nigeria 0-3 y Portugal 0-5, éste último subcampeón del anterior Mundial Sub-20 de la disciplina.
La escuadra antillana, una de las dos debutantes en el torneo, junto al equipo de El Salvador, estuvo comandada por el Director Técnico (DT), Raúl González Triana, con el estilo de juego que caracteriza a este técnico: poco toque de balón y pases a profundidad con un solo delantero centro, lo que se tradujo a que sus pupilos tuvieran el récor negativo de un 1 gol a favor y 10 en contra, situación de juego que se vio incapaz de poner en peligro a los equipos de mayor jerarquía que enfrentaron los antillanos. El DT cubano también llevó las riendas del equipo de mayores en los últimos años con reprobables resultados.
Los topes de preparación del once cubano fueron muy escasos para enfrentar un torneo de nivel mundial como este, donde aparecen jugadores que forman parte de los mejores clubes del mundo; eso se vio demostrado en cada partido en que participaron, además de la poca mentalidad técnico-táctica, una defensa mal colocada y poca experiencia de juego al propiciar tres penaltis en sus tres partidos efectuados y sobrepasada con facilidad por los atacantes contrarios. Todo esto muestra a claras las lagunas y falta de juego de esta inexperta selección.
El haber clasificado para este mundial Sub-20 fue todo un mérito para estos jóvenes, ya que lo hacen por primera vez y dejando en el camino a selecciones con más tradición en el área, pero esto no se debe ver como todo lo que podían hacer, ya que si fueron capaces de clasificar para el sub-20, las autoridades locales deberían darle más espacio al fútbol, traduciéndolo en inversión y topes con equipos foráneos y que los jugadores de una vez y por todas logren lo que tanto desean: poder jugar en ligas extranjeras para poder desarrollarse.
El futbol es un deporte globalizado que ha tenido un gran repunte de aficionados en la isla en la última década, compitiendo en audiencia con el beisbol.
Cuba estuvo en el Mundial de Francia de 1938, como país invitado, pero clasificó para el Mundial Sub-17 en 1989, que se celebró en Escocia, y en el de Italia de 1991 en la misma categoría, y también ha clasificado en dos ocasiones para los mundiales de Futbol Sala.