MIAMI, Estados Unidos. — Este sábado se conmemora el aniversario de la muerte de Amelia Peláez del Casal, una de las artistas cubanas más reconocidas del siglo XX.
Nacida el 5 de enero de 1896 en Las Villas, Peláez es considerada no solo una de las pintoras más importantes de Cuba, sino también una de las figuras más influyentes del arte latinoamericano de la pasada centuria.
Estudió en la Academia San Alejandro y fue alumna predilecta del maestro Leopoldo Romañach, otra relevante figura de nuestras artes plásticas. Luego cursó estudios de arte en Europa, donde se empapó del arte moderno y las tendencias vanguardistas de la época.
Amelia Peláez fue conocida por combinar estas influencias con elementos de la cultura y la historia de Cuba, creando un estilo único y distintivo.
Sus obras, que incluyen pinturas, murales y mosaicos, han sido expuestas en importantes galerías y museos de todo el mundo, y su legado sigue siendo una fuente de inspiración para artistas y amantes del arte en todo el continente.
Apasionada del cubismo y los ambientes criollos, moviéndose a menudo entre abstracción y figuración, Amelia prestigió a la vanguardia cubana con una estética original y sólida.
La pintora, de origen asturiano, nunca estuvo de acuerdo con el régimen surgido en 1959 con el ascenso al poder de Fidel Castro, pues siempre detestó el “totalitarismo”. A pesar de ello, el régimen de la isla hizo creer a los cubanos que la obra de Peláez formaba parte del catálogo artístico de la Revolución.
En 1964 Amelia Peláez llevó a cabo hace una importante exposición personal en la Galería de La Habana y tres años más tarde intervino en el mural colectivo pintado con motivo de la celebración del Salón de Mayo en La Habana.
Permaneció pintando activamente hasta mediados de ese año, cuando comienza a decaer su salud. Murió en 1968.