MIAMI, Estados Unidos. — Este 5 de agosto se cumple un año del inicio del trágico incendio ocurrido en la Base de Supertanqueros de Matanzas, en el que perdieron la vida 17 bomberos, entre ellos varios jóvenes reclutas del Servicio Militar Activo (SMA).
Las autoridades mantienen que el siniestro se produjo luego de que un rayo impactara el tanque 52 de almacenamiento de crudo de dicha base, provocando su colapso, así como la posterior explosión de varios de los depósitos de combustible de la instalación.
Según expertos consultados por medios oficiales de la Isla —cuyos criterios continúan sustentando la hipótesis oficial—, el sistema de pararrayos no pudo soportar la energía de la descarga eléctrica, dando pie a la tragedia.
A consecuencia del incendio, el humo negro resultante de la explosión se extendió por el occidente de Cuba, llegando hasta La Habana. Las autoridades aconsejaron la ciudadanía el uso de mascarillas y que permanecieran en sus casas para evitar respirar el humo de dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, monóxido de carbono y otros compuestos tóxicos que se propagaba por la región.
La situación obligó al régimen cubano a solicitar ayuda urgente a sus aliados de México, Venezuela, Rusia, Nicaragua, Argentina y Chile, que enviaron a la Isla bomberos y maquinaria pesada contra incendios. La armada de China también mandó equipos de rescate y recuperación.
No fue hasta el 12 de agosto que el Cuerpo de Bomberos de Cuba dio por extinguido el incendio, mientras que siete equipos de expertos en medicina legal iniciaban la localización de los cuerpos desaparecidos.
Además de los 17 fallecidos, algunos de los cuales no pudieron ser identificados, el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas también dejó 132 heridos.