LA HABANA, Cuba.- En la madrugada del 30 de diciembre, en el área exterior del cine del reparto Eléctrico, tras una breve discusión con otros tres jóvenes, Leonel Martínez Suárez, de 19 años, recibió una puñalada, se comenta que con una bayoneta, en el hombro derecho.
Los jóvenes agresores, se conoció después, cumplen su etapa con el Servicio Militar (obligatorio) y forman parte de la Unidad 1950 radicada en la barriada de El Calvario; ambas localidades pertenecen al municipio Arroyo Naranjo.
Tras una tormentosa estancia en la policlínica del propio Reparto Eléctrico, a donde fue llevado por unos amigos sobre la una de la madrugada, Martínez Suárez llegó sin vida, dos horas después, al hospital Julio Trigo.
Su tío Leonel contó algunos pormenores de lo acontecido:
-El médico brillaba por su ausencia. Había dos enfermeras inexpertas, ninguna pudo canalizarle la vena porque no sabían hacerlo. Y el muchacho estaba con hemorragia. Al equipo de oxígeno le faltaba la máscara necesaria para estos casos.
-Quisimos trasladarlo nosotros (los familiares) para el Julio Trigo (hospital), pero no nos lo permitieron, alegando las enfermeras que ya la ambulancia había sido solicitada y venía en camino.
-La ambulancia llegó como a las tres de la madrugada. Los ambulancieros no querían trasladarlo sin la preparación requerida. Decían que en esa situación ellos no podían darle la atención requerida en el viaje. Y que no se responsabilizaban con lo que pudiera suceder.
-Está claro que mi sobrino no era “hijo de papá”, por eso no lo atendieron como debe ser-comenta finalmente Leonel.
Por su parte, Miriam Martínez, la hermana, aseguró:
-Mi hermano murió por negligencia del equipo médico que tenía que brindarle la atención necesaria. Ese día, en relación con ese policlínico, él fue la segunda vida perdida; primero fue una señora, esa misma madrugada, que sufrió un infarto del corazón.
-Después de más de un mes de la muerte de mi hermano, nos niegan la información de quien era el médico y el resto del personal que estaba de guardia en el policlínico. Nos dicen que para qué, que ya hagamos lo que hagamos a mi hermano nadie nos lo va a devolver.
-Pero nosotros sí creemos que eso es necesario, pues queremos evitar que esa situación de tan mala atención pueda sucederle a otro ser humano, que lo dejen morir…
-Cuando Medicina Legal fue a buscar la ropa que mi hermano tenía puesta cuando fue apuñaleado, en el policlínico se la negaron, la desaparecieron.
-Hemos presentado el caso por escrito en el Ministerio de Salud Pública y el Consejo de Estado, pero nos han dicho que debemos esperar 60 días por la respuesta. Eso me parece demasiado tiempo.
Un especialista consultado sobre el caso, dijo que para que hubiera existido una hemorragia de la magnitud descrita, tiene que haber sido afectado un vaso sanguíneo importante, es decir una arteria a una vena.
-En la policlínica debieron canalizar y ponerle una solución que aumentaría el volumen en el torrente sanguíneo; por ejemplo, dextro-ringer.- comenta la hermana.
Y agregó que en las policlínicas no hay sangre para realizar transfusiones.
Leronel Martínez Suárez residía en la calle Mella, entre 4ta. Y 5ta., en el propio reparto Eléctrico.