LA HABANA, Cuba. -El periodista independiente de 61 años, Armando Soler Hernández, en diciembre de 2014, obtuvo Mención en el concurso “José Rodríguez Feo”, que patrocina la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Razón suficiente para formularle siete preguntas:
¿Con qué obra concursaste?
Competí en la categoría “traducción del idioma inglés al español”, en un ensayo del eminente filósofo y poeta norteamericano, de la primera mitad del siglo XIX, Ralph Waldo Emerson. Mi obra se titula “El Erudito Americano”.
¿Qué te inspiró del personaje?
Emerson, a la par de la poesía de Walt Whitman, representa para mí lo mejor del espíritu individualista, de la libertad personal y de creación que se comenzaba a conformar en la gran nación norteamericana a la distancia de casi dos siglos. Su filosofía se ha venido configurando como la antítesis del masificador y deshumanizado pensamiento marxista. Creo que nunca se ha publicado una traducción de su obra en Cuba, por eso me alegraría mucho haber puesto la primera piedra. Su poesía también es magnífica, muy libre de vuelo. No pierdo la esperanza de darla a conocer al pueblo cubano.
¿Te sorprendió la decisión del jurado?
No conozco al jurado. Ni siquiera cuantos concursamos. La invitación para la concesión de los galardones me llegó tarde y no pude participar en el acto. Es la primera vez que participo en este concurso, la verdad es que no me pasaba por la mente ganar. Me sorprendió que me lo otorgaran, no por la dificultad y calidad del trabajo presentado, sino por ejercer la prensa independiente y trabajar en la actualidad como editor de APLP (Asociación Pro Libertad Prensa), algo tabú en Cuba.
¿Lo tuyo fue una curva que no la vieron los censores del oficialismo o una recta que la dejaron pasar?
No sé si atribuirlo a un mal trabajo de detección de los “amigos” de la policía política, o a que hay un raro, pero siempre bienvenido, cambio de “clima” y de tolerancia para con la creación intelectual de ciudadanos “inquietos” como nosotros. Ojalá sea esto último.
Rememora tus pininos como periodista
A finales de los años 80, comencé como humorista de ocasión, publicando pequeños trabajos en Bohemia, La Hiena Triste, y sobre todo en DDT, el semanario humorístico. Lo hacía bajo el seudónimo de Cerevro, así, con falta de ortografía incluida a propósito. Los seudónimos ridículos o alter egos de personajes nada recomendables, siempre me han parecido excelente para combatir la vanidad personal no tomarme a mí mismo tan en serio.
¿Quién es Alejandro del Valle, seudónimo que utilizas en la página digital Cuba Prensa Libre, que pertenece a la APLP?
Este fue un personaje real de nuestra historia. Era un oficial piloto de aviación del ejército de la república que un buen día de los años treinta del siglo pasado se apareció en la redacción de un periódico habanero, del cual no recuerdo su nombre, y al periodista Luís Gómez Wangüemert y a otro colega les hizo un largo relato de sus aventuras en la entonces reciente guerra abisinia, -que así se le denominaba por entonces a las presentes Etiopía y Eritrea, invadida por las tropas coloniales del fascismo italiano-, y de su amistad con el Negus, el emperador Halie Selassie.
“El periodista Wangüemert terminó sin saber bien a las claras si aquel hombre era un mentiroso genial en detalles o si sus aparatosas peripecias fueron ciertas. El relato se publicó en un libro delicioso, que yo conservo.”
Por último, ¿sobre qué te gusta escribir?
Poniéndome viejo me he decantado por el humor, como creación personal más placentera. Me gusta escribir relatos, me he metido con las novelas, he traducido dos libros aun sin posibilidades de publicación, y además dibujo, hago caricaturas y retratos personales, chistes gráficos de humor porno y otros que no lo son, y además diseño las cubiertas e ilustraciones de mis libros. Me deleito escribiendo sobre el hombre a través de la Historia.
“El periodismo analítico es lo mío. Me introduzco en el análisis de asuntos nacionales e internacionales, aunque estos últimos (los internacionales) no es muy considerado por las agencias que nos publican en el extranjero, pues considero que no le ven valía a esos criterios emitidos desde Cuba.”