SANTA CLARA, Cuba. -Julio Cesar Amores, Director del Acueducto de Santa Clara, anunció en los medios de difusión del territorio nuevas inversiones en las redes hidráulicas de la ciudad. Al mismo tiempo, continúan las protestas de pobladores por la falta del líquido en los diferentes barrios, según informó Nilo Gilbert Arencibia, residente del reparto Virginia.
Para María Arango, el tema del agua no le arranca una sola sonrisa, pues mientras se mediatiza la nueva inversión para mejorar el abasto, la cuadra donde vive hace 17 días no recibe servicio del preciado líquido. “Ahora dicen que se rompió la bomba que inyecta el cloro”.
El acueducto de Santa Clara, así como los demás del país, necesita una inversión a gran escala, comentó el joven Michel Oliva. “Cuando se camina por la ciudad solo encuentras salideros por doquier, lo más significativo es que justifican estas roturas argumentando que, si se eliminan, pueden colapsar las conductoras principales”.
Santa Clara cuenta para el abasto del agua con tres sistemas hidráulicos, Hanabanilla, Minerva Ochoita y Palmarito, todos con muchos años en explotación y sin recibir una reparación exhaustiva. Los pobladores de la ciudad califican los remiendos que se acometen sobre las podridas tuberías como “curitas.
El sistema de distribución de agua en Cuba está gravemente deteriorado, y ha demostrado ser incapaz de satisfacer las necesidades de la población cubana. De acuerdo con el informe emitido por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, todos los cubanos (98.3%) reciben el servicio de agua.
De éstos, la gran mayoría (83.5 %) tienen una conexión en su casa; el 14.8% tiene acceso fácil al agua, lo cual indica que existe una fuente a 300 o menos metros de la vivienda.
A pesar de estas impresionantes cifras, la realidad del aprovisionamiento de agua en las áreas urbanas de la Isla es muy diferente. Un funcionario del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos en Villa Clara, confirmó bajo anonimato que La Habana pierde aproximadamente el 30% del caudal de agua a causa de filtraciones.
Desafortunadamente este problema no se limita a la capital. La filtración en los sistemas de agua constituye una gran preocupación en toda Cuba, donde las cifras de filtraciones van del 13.3% en Pinar del Río al 30% en Manzanillo y Camagüey, hasta un alarmante 62% en Santa Clara. Se crea así una situación en la que la cantidad de agua que se pierde excede con mucho la demanda real.
Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo establece que la proporción entre la extracción de agua y su disponibilidad en Cuba es superior al 10%, lo cual es un alarmante indicador que señala la inadecuada provisión, esto a su vez es una señal para aumentar el servicio, limitar el uso, o hacer ambas cosas.
Para Ada Becerra residente del reparto Brisas del Oeste en Santa Clara, la poca capacidad de bombear también limita el número de horas en los que puede llegar a los usuarios a través de las conductoras establecidas, casi siempre periodos que oscilan de 12 a 24 horas por barrio, muchos no llegan a satisfacer la demanda en ese tiempo. “Las estaciones de bombeo unas veces colapsan por el servicio eléctrico de las mismas que es pésimo, otras porque las bombas no dan más, para que se entienda todavía existen en explotación equipos de los años 50”.