LA HABANA, Cuba.- Luego de más de dos meses de gestiones, los cuentapropistas vendedores de flores que habían sido desalojados a finales de junio del mercado Egido, en la Habana Vieja, fueron notificados esta semana por el gobierno municipal de que no se les proporcionará un nuevo local, aunque sus vidas corran peligro donde fueron reubicados tras el desalojo.
Magali Barban Moreno, representante de los diecisiete vendedores de flores por cuenta propia, explicó a CubaNet que durante varios meses se dirigieron a diferentes entidades gubernamentales en busca de una solución sin obtener respuestas, pero finalmente una funcionaria del Poder popular municipal les informó que el presidente de dicha entidad había dejado dicho que no le entregarían ningún local y que si no lo entendían que se quejaran donde estimaran conveniente.
“La compañera del (gobierno del) municipio que me atendió ―en el pasillo, porque ni tan siquiera fue en una reunión― me dijo que si quería fuera e hiciera una demanda a la Fiscalía, o a donde yo quisiera ir, que eso era problema nuestro”, indica Magali.
Los trabajadores fueron desalojados del portal del mercado de oferta y demanda Egido, donde trabajaron por más de 25 años, ante la puesta en circulación de un nuevo documento emitido por el Instituto de Planificación Física que prohíbe el trabajo por cuenta propia en portales.
Las floristas fueron reubicados en el espacio donde yace un edificio derrumbado a medias, en la calle Egido entre Sol y Acosta, a pesar de que sus vidas corren peligro ante la posibilidad de desplome.
“No somos mujeres pidiendo 20 pesos para poder vivir, somos mujeres que hace 25 años vendemos flores y lo que queremos es que nos den un lugar donde nuestras vidas no corran peligro, para seguir vendiendo flores y poder mantener a nuestras familias”, afirma Graciela Pérez Enamorado, otra de las vendedoras.
Al día siguiente de ser reubicados, Planificación Física les presentó un documento que debían de abandonar el lugar ante el inminente peligro que corrían sus vidas, cuenta a este diario Maribel León.
“Cuando se nos dio el local estaba el presidente del gobierno, Planificación Física, Arquitectura, el SECONS (empresa estatal de la construcción) y muchos más. Nos hicieron el cuento del majá y el pollito, que primero le pasó la mano y después se lo comió”, dijo Maribel.
Dichas trabajadoras independientes, mujeres en su totalidad, con anterioridad habían presentado su petición al Consejo de Estado, Atención a la Ciudadanía, Ministerio de justicia y la Central de trabajadores de Cuba (CTC) y sin embargo nunca recibieron respuesta.
“Pensamos presentar la demanda en Fiscalía, ir nuevamente al Consejo de Estado y pensamos ir de nuevo a Atención a la Ciudadanía, presentar la respuesta que nos fue dada y vamos a ver lo que pasa, estamos dispuestas a todo”, amenazó su vocera Magali.
Al tratar de consultar a funcionarios del Poder Popular Municipal, estos se negaron a dar declaración al respecto.