La Habana, Cuba.- La dirección municipal de la vivienda de la Habana Vieja pudo haber evitado que Orlando Pedroso Olivera, de 82 años de edad, fuera hospitalizado y sometido recientemente a una intervención quirúrgica producto de una fractura de cadera, según afirma el propio anciano.
Pedroso Olivera describe que si le hubieran terminado de construir el baño de su vivienda el 30 de septiembre de 2016, como le prometieron las autoridades por segunda vez, él no habría caído al suelo cargando agua para asearse.
Tras el derrumbe de su vivienda, hace 11 años, a Orlando le fue otorgado un local en un edificio ubicado en la calle Corrales número 684 entre Carmen y Figuras, que antiguamente habría sido una textilera.
El aseo personal debía hacerse en la sala de la casa, ya que el local le fue entregado bajo la condición de albergue temporal, con la promesa de que el baño se lo construirían en un futuro no muy lejano, lo cual daría paso también a la emisión de un certificado de propiedad donde dejaría su condición de albergado y pasaría a ser el propietario del local.
Acostado en una cama, donde apenas puede moverse por la operación de cadera, Orlando contó a CubaNet que el 10 de Noviembre de 2015, al cumplirse 10 años de residir en dicho local, Ileana, subdirectora de los albergues del municipio, se personó en su vivienda y le prometió que para el 16 de diciembre del mismo año, su vivienda ya contaría con un cuarto de baño. Pero la promesa que nunca fue cumplida.
“Me entregaron los materiales de la construcción que ahí están, pero los albañiles nunca llegaron. Nunca más supimos nada, a pesar de que tratamos de contactar a la tal Ileana, pero nunca estaba”, explica.
Silvia Pedroso Triolet, hija de Orlando, indica que en junio se volvió a presentar en la casa la misma funcionaria y les afirmó: “Ahora sí le vamos a terminar el baño, el 30 de septiembre es la fecha límite”, dijo la funcionaria.
Arahí Toribio Pedroso, la nieta de Orlando, asegura que el albañil se presentó el día 26 de septiembre para empezar con el trabajo, pero fue sacado de su tarea cuando comenzaba, por la propia subdirectora, ya que sus servicios eran más necesarios en la construcción del baño de la sede del gobierno municipal.
“Hasta el sol de hoy no sabemos qué van hacer con el baño, si por fin lo van a terminar o no. Hemos intentado hablar con la tal Ileana pero nunca está o se esconde” Indicó.
Arahí argumenta, además, que la única entrada de agua que hay en la casa está en donde sería el baño. En la actualidad, es muy difícil acceder por las malas condiciones constructivas.
CubaNet intentó contactar por varios días con la subdirectora de la vivienda municipal, pero esta nunca se encontraba disponible. La única disponible era su secretaria, quien alegó “no tener permiso para dar declaraciones a la prensa”.