Publicado el 22 de marzo de 2002 en
El Nuevo Herald.
Estampida de Castro causa estupor y conjeturas
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
A los observadores les llamó la atención que Fidel Castro se
apareciera ayer en la sala de reuniones de la Cumbre de Monterrey con su
uniforme verde olivo. Hace años que en eventos internacionales usa un
traje. El retorno a los orígenes, dijo uno de ellos, era un "presagio
de tormenta''.
''Castro es un hombre de imágenes, porque es lo único que
tiene para mostrar. Es muy sensible cuando se ve relegado a un segundo plano'',
dijo el economista Jorge Sanguinetti.
Horas antes, el gobernante cubano se retiró intempestivamente de la
sala de reuniones y voló de regreso a la isla, dejando en el aire un olor
a misterio. ''Les ruego a todos me excusen que no pueda continuar acompañándolos
debido a una situación especial creada por mi presencia en esta cumbre, y
me vea obligado a regresar de inmediato a mi país'', dijo.
¿Qué sucedió? El canciller mexicano Jorge Castañeda
aseguró de inmediato que la salida del gobernante cubano no obedecía
a ningún tipo de presión por parte de Estados Unidos, cuyo
presidente, George W. Bush, llegó horas después con una novedosa
propuesta de ayuda en el bolsillo.
La madrugada anterior, la asesora de seguridad nacional de Bush, Condolezza
Rice, comentó en Washington, D.C., que el Presidente jamás vería
''ni la sombra de los ojos a Castro'' en Monterrey. Seguramente en su mente
estaban las imágenes del fortuito apretón de manos que el
gobernante cubano le dio al ex presidente Bill Clinton durante un almuerzo por
el 50 aniversario de las Naciones Unidas.
Después de la retirada del líder comunista, diplomáticos
mexicanos dijeron a periodistas en Monterrey que la diplomacia del país
azteca había intentado convencer a los cubanos para que Castro no se
tropezara en ninguna ocasión con Bush. ''Hubo, obviamente, una mala
reacción por parte de Castro. Tengo entendido que dijo que estaban
limitando sus movimientos'', dijo un diplomático mexicano que prefirió
el anonimato.
Y la presencia de Bush en la conferencia pudiera opacarlo. El Presidente se
presenta en Monterrey con una propuesta que pretende entregar $10,000 millones
en subvenciones al desarrollo, y acaba de firmar con el presidente mexicano,
Vicente Fox, un plan de acción y hermandad en la frontera común de
los dos países. ''Eso es vital para los mexicanos'', añadió.
''Los mexicanos pueden estar molestos con el incidente de la embajada [en La
Habana], pero lo cierto es que hay otro nivel [de relaciones] entre México
y Estados Unidos en el cual Fidel Castro no juega ningún papel'', dijo el
director del Centro de Estudios Cubanos y Cubanoamericano, Jaime Suchlicki.
En su opinión, los mexicanos jamás arriesgarían sus
relaciones con Estados Unidos para complacer a Castro. "Pese a lo que
digan, las relaciones [de México con la isla] no están bien. Sería
interesante esperar a ver qué impacto puede tener esto en la posición
que ellos adopten en Ginebra''.
De hecho, en Monterrey, Castro apenas saludó una vez a Fox, y quien
los vio juntos dijo que fue un apretón de manos "bien frío''.
''Lo que está pasando es que la relación más importante
de México es con Estados Unidos. Por cada dólar que México
gasta, 15 centavos viene a Estados Unidos, y la relación con Cuba nunca
ha sido fructífera, y Fox ha tratado de aproximarse a Estados Unidos y
Cuba se interpone en ese proceso'', comentó Joe García, director
ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).
En el fondo, Castro pudiera haber sido víctima en Monterrey de su
propio ocaso. ''Por primera vez en mucho años le surge delante un
presidente mucho más joven y con mucho más ideas firmes en la
mente'', dijo García, refiriéndose al mandatario estadounidense.
Y México no puede soslayar el detalle. 'Fox es un capitalista, algo
que Cuba no representa. Castro no representa nada. Su invitación a la
conferencia fue más protocolar que real. Algo así como 'claro que
estás invitado, qué pena que no puedas venir' '', añadió
García.
Tal vez por eso, dijo la congresista republicana Ileana Ros Lehtinen, "a
nadie le importó que haya llegado, qué dijo, o que se haya ido''.
Castro desafina en la cumbre mexicana
Gerardo Tena/Agence France Presse. Monterrey, México.
El gobernante cubano Fidel Castro lanzó ayer una feroz crítica
al actual orden económico, acusándolo de genocidio, después
de lo cual sugirió que existían presiones en contra de su
permanencia y abandonó intempestivamente la Cumbre de Monterrey, donde
medio centenar de líderes mundiales deliberan sobre la ayuda a los países
pobres.
Unas horas después de que Castro abandonara la Cumbre sobre
Desarrollo, el gobierno de Cuba reveló que no se asociará al
Consenso de Monterrey, ''un documento que pronto dará pena'', afirmó
el jueves el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón.
''Lo sorprendente no debería ser que tuviéramos reservas, lo
sorprendente es que haya ese grado de consenso en un documento que francamente
dentro de muy poco tiempo será recordado con pena'', declaró Alarcón
en una rueda de prensa que ofreció para fijar la posición cubana
sobre el retiro de Castro.
''Nosotros no nos vamos a asociar con un documento que nos parece que queda
muy lejos de las necesidades que tiene la humanidad en este momento'', precisó
Alarcón.
Aunque ha habido críticas al documento que fue acordado hace un mes
en Nueva York, ningún gobierno había rechazado suscribir el
Consenso de Monterrey, en el que se establece que el motor del desarrollo para
combatir a la pobreza será la liberalización comercial, la lucha
contra la corrupción y mayores ayudas financieras.
En un discurso previo al anuncio de La Habana, Castro, quien subió al
estrado con su uniforme militar verde olivo --presagio de tormenta ya que Castro
había optado tiempo atrás acudir a los foros mundiales con trajes
oscuros-- tuvo como blanco central al neoliberalismo y a los organismos
financieros internacionales sobre los que dijo "su prestigio está
por debajo de cero''.
Castro vislumbró un futuro apocalíptico en el que el mundo será
"cada vez más ingobernable, donde habrá cada día más
pobres y más hambrientos, como si una gran parte de la humanidad
sobrara''.
''El actual orden económico mundial constituye un sistema de saqueo y
explotación como no ha existido jamás en la historia. Los pueblos
creen cada vez menos en declaraciones y promesas'', enfatizó Castro,
quien exigió que el ''mundo rico'' condone la deuda externa y otorgue
nuevos préstamos blandos para financiar el desarrollo.
Pero si el mensaje de Castro ya se salía de la norma de la reunión,
marcó otro hito cuando anunció que abandonaba la cumbre "debido
a una situación especial creada por mi participación y me veo
obligado a regresar de inmediato a mi país''.
Castro abordó un avión en el aeropuerto de Monterrey hacia las
5 p.m. (hora local), media hora después de que llegara a ese mismo
aeropuerto el presidente George W. Bush, quien va a intervenir en la cumbre
mundial contra la pobreza convocada por Naciones Unidas.
Al partir, además, Castro lanzó otro desafío a la
cumbre, al señalar que dejaba en su reemplazo al presidente del
Parlamento cubano y que esperaba "que no se le prohíba participar en
ninguna actividad oficial a las que tiene derecho como jefe de la delegación
cubana''.
Las palabras de Castro hicieron circular distintas versiones. Una de ellas
apuntaba a que Estados Unidos había condicionado la asistencia del
presidente Bush a que no coincidieran ambos líderes en el foro.
Según declaró a Associated Press Alarcón ''era una
situación que para un país que se respeta, como Cuba, resulta
inaceptable'' e indicó que el hecho tenía que ver con Estados
Unidos.
Alarcón rehusó dar mayores explicaciones o confirmar si la
presencia de Bush tuvo algo que ver con la retirada de Castro, o si el gobierno
de Estados Unidos había presionado para que no coincidieran en la
conferencia.
Al recordársele que Condoleezza Rice, consejera de seguridad de Bush,
había enfatizado que en ningún momento Bush y Castro se encontrarían
en la conferencia, Alarcón señalo: "Ella sabía por qué
lo decía''.
''En última instancia, sí es un problema con Estados Unidos.
Eso no significa que alguien de Estados Unidos nos haya hablado o pedido algo.
Lo que tenemos nosotros es una actitud madura y responsable, evidentemente
diplomática para no dar detalles que por otra parte ustedes pueden
averiguar si siguen todas las pistas'', agregó.
Con anterioridad, en una rueda de prensa, el canciller mexicano Jorge Castañeda
aseguró que México no recibió ningún tipo de presión
de parte de ningún sector de Washington.
En la mañana de ayer, al entrar al recinto donde se celebra la
cumbre, Castro tuvo un frío apretón de manos con el presidente
mexicano Vicente Fox, con quien no tuvo más que ese contacto instantáneo.
Se reúnen en Miami críticos del embargo
Pablo Alfonso. El Nuevo Herald
Partidarios de la normalización de las relaciones entre Cuba y
Estados Unidos tienen programado un seminario la próxima semana en Miami,
en el que participarán congresistas norteamericanos, académicos y
representantes de varios centros de análisis político con sede en
Washington.
''Pensamos que Miami está ya listo para celebrar este tipo de
evento'', dijo Silvia Wilhelm directora de Puentes Cubanos, una de las
organizaciones que auspicia el encuentro. "Miami está en el centro
del debate sobre Cuba y tiene que haber aquí un diálogo más
amplio y balanceado sobre este tema''.
Wilhelm dijo que unos 50 cubanoamericanos integran el Comité de
Recepción de la conferencia, auspiciada además por El Comité
Cubano por la Democracia (CCD), Foro Legal Estados Unidos-Cuba, Cuban American
Alliance Education Fund, The Alliance for Responsible Cuba Policy y The Dante
Fascell Center for Peace and Conflict Resolution.
La reunión, titulada Ahora es el momento de reorientar la política
de Estados Unidos hacia Cuba, tendrá lugar el próximo jueves 28 de
marzo en el Hotel Biltmore, de Coral Gables, y sesionará durante todo el
día con varios paneles de discusión y preguntas de los
participantes. La asistencia al evento será por invitación.
''La política exterior norteamericana debería fundamentarse en
los intereses nacionales de Estados Unidos y no en estrechos asuntos domésticos'',
afirmó Antonio Zamora, otro de los organizadores, y dirigente de Foro
Legal Estados Unidos-Cuba.
Según la agenda de la conferencia, los representantes William
Delahunt, demócrata por Massachusetts, y Jeff Flake, republicano por
Arizona, serán los oradores invitados al almuerzo.
La conferencia comenzará con unas palabras de apertura por monseñor
Thomas Wenski, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Miami.
Un total de siete paneles abordarán temas que van desde ''El
replanteamiento de la política Estados Unidos-Cuba'' hasta ''Estado
actual de la [legislación] para eliminar las restricciones en la venta de
alimentos y medicinas'' a la isla.
Entre los panelistas figuran Jim Jones, ex embajador de EU en México
y director del Grupo de Trabajo sobre Cuba del Center for Nacional Policy; Sally
Cowal, ex embajadora de EU en Trinidad-Tobago, quien preside Cuba Policy
Foundation; Phil Peters de Lexington Institute; Alberto Coll, decano del Centro
de Estudios de Guerra Naval, del US Naval War College en Newport; Lisandro Pérez,
director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad
Internacional de la Florida, y Max Castro, investigador del Centro Norte-Sur de
la Universidad de Miami.
La República Checa no presentará su moción contra
Cuba en Ginebra
Agencia EFE. Praga
La República Checa no presentará el proyecto de resolución
que critica el incumplimiento de los derechos humanos en Cuba en la sesión
de la Comisión de los Derechos Humanos que tiene lugar en Ginebra.
Según informó ayer el diario checo MF Dnes, la decisión
definitiva se tomó el jueves, después de una serie de
negociaciones que mantuvo el titular de Asuntos Exteriores checo, Jan Kavan, en
Monterrey (México).
La diplomacia checa renuncia así a una de las actividades más
importantes --pero también más controvertidas-- que libró
en el campo internacional en los últimos tres años, agrega el periódico.
''En el caso que decidiéramos presentar de nuevo la resolución
sería el mismo texto del año pasado, lo que significa ningún
avance. Es necesario poner énfasis en el objetivo y buscar formas
alternativas'', afirma el viceministro de Exteriores, Pavel Vosalik, en el
diario.
La República Checa presentó ya tres veces la resolución
sobre Cuba y todas fueron aprobadas por una votación muy estrecha.
Este año, debido a la composición de la Comisión de
Derechos Humanos de la ONU, donde por primera vez no está presente
Estados Unidos, no sería aprobada, razón por la que los checos no
la presentarán, dijo una fuente diplomática checa al diario.
Vosalik rechazó que la medida checa indique una mejora del respeto a
los derechos humanos en Cuba.
''Llegamos a la conclusión de que hay otras opciones, como dialogar
con Cuba. En este momento consultamos todas las alternativas con las que podríamos
lograr cambios en Cuba y, si surge otra iniciativa, la apoyaremos'', declara el
viceministro checo.
Perú, con el que se contaba para hacerse cargo de la resolución
sobre Cuba preparada por los checos, tampoco ha aceptado, y su titular de
Asuntos Exteriores, Diego García Sayam, señaló a la
Televisión Checa que su país apoya los derechos humanos, pero no
puede permitirse que este asunto sea demasiado politizado.
De la gira de Jan Kavan por una serie de países de América
Latina la pasada semana se deriva que el apoyo para la resolución sobre
Cuba no es mayor que en años anteriores.
El diario agrega que los disidentes cubanos están desilusionados con
los diplomáticos checos. |