Una ciudad
deteriorada recibe el nuevo año
PINAR DEL RIO, 1 de enero (Víctor Rolando Arroyo, UPECI /
www.cubanet.org) - La ciudad de Pinar del Río recibió el nuevo año
llena de pestilentes zanjas de aguas albañales, recipientes de
malolientes desechos domésticos, montones de desperdicios, fosas
desembocando en la vía pública, perros callejeros a montones,
calles y aceras arruinadas y zonas urbanas a oscuras, por donde miles de
ciudadanos pasan a toda hora cargando baldes de agua.
Lo más absurdo de todo es la polarización oficial sobre el
tema higiénico-sanitario local, y la repetida justificación en "foráneos
obstáculos" que impiden se logre el indispensable confort para los
que vivimos en la ¿otrora? cenicienta de Cuba.
Año tras año se repiten las demandas de la población en
cuanto a higiene, sólo alteradas por los nuevos problemas que se
adicionan
Hace sesenta años, en 1941, el doctor Tebelio Rodríguez del
Haya y un equipo de 16 notables, formaron el comité "Todo por Pinar
del Río", con el propósito de sanear la ciudad de
pestilencias. Luego de seis décadas, y a cuarenta y tantos años de
régimen socialista, las mismas zanjas que el doctor del Haya higienizó,
han florecido como verdolaga en Pinar del Río, y continúan
infectando a la ciudad de mosquitos.
Si la labor del comité "Todo por Pinar del Río", en
su época, se dirigió hacia los barrios marginales, su similar de
hoy estaría más ocupado, porque hasta en las zonas residenciales más
selectas llega el abandono oficial en materia de malos olores.
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