Pablo Milanés
en la centrífuga
Tania Díaz Castro
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - El célebre compositor y
cantante cubano Pablo Milanés calificó de absolutista a Fidel
Castro, en declaraciones
a la prensa de España. ¿Acaso acusó al líder máximo
de dueño absoluto de Cuba? ¿O lo acusa de dios, por ejemplo, de dios
absoluto?
Pienso más bien que se trata de un criterio basado en un régimen
político donde todo el poder permanece bajo la autoridad única del
jefe de estado cubano.
Las declaraciones de Pablo me producen cierto sosiego en el alma. Mercedes
García, una amiga muy querida de mi niñez y juventud, muy amiga
también de Pablo, me hablaba mucho sobre la calidad humana de este
artista, sus virtudes, sensibilidad, su amor por la libertad plena del hombre.
Es por eso que nunca entendí esos largos años en que se dejó
utilizar como medio de propaganda política de las altas esferas
gubernamentales de Castro.
Pero al fin Pablo dice lo que piensa, lo que siente y por primera vez la
verdad que tenía oculta. Lástima que no lo hiciera aquí
mismo, en su casa de La Habana, y conociera en carne propia cómo se
comporta un régimen absolutista con los opositores pacíficos, con
los periodistas independientes, con los activistas de los derechos humanos.
Sus declaraciones fueron hechas en Madrid, y para fatalidad del gobierno de
la isla no puede decirse que actuó obligado para lograr asilo o vivir
mejor de como vivía en Cuba. Sencillamente lo motivó la triste
realidad cubana, algo que no ocurre con ciertos escritores ancianos que se
colocan a la zaga de ese conjunto de personas que componen el séquito o
comitiva del soberano, y especialistas ya en cortejar han desoído el
llamado de la otra corte celestial eterna.
Ahora ocurrirá lo de siempre: Pablo Milanés será víctima
en Cuba de un aparato que se utiliza para centrifugar. El mismo que centrifugó
a los cantantes Olga Guillot, Celia Cruz, Orlando Vallejo y muchos otros que se
marcharon al exilio, a los que jamás pudimos volver a disfrutar en la
radio y la televisión nacionales.
Los especialistas en centrifugología alejarán del "centro"
a Pablo Milanés en un santiamén, como se ha hecho desde hace
cuarenta y tres años, tiempo que el régimen lleva violando los
derechos humanos de todos los que vivimos bajo el ala de Fidel Castro.
Pero el que ahueca el ala, el que se decide por el vuelo libre, ése,
es calificado de traidor por el aparato o centrífuga que todo, todo lo
malcontrola en la mayor de las Antillas.
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