Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald. .El Nuevo Herald,
febrero 26, 2002.
Cuatro disidentes permanecían ayer arrestados en La Habana como
resultado de la ola represiva lanzada por las autoridades cubanas para impedir
las actividades de recordación a los pilotos de Hermanos al Rescate
derribados en 1996, informaron fuentes de la oposición dentro de la isla.
Desde el pasado sábado, víspera de la efeméride,
fuerzas policiales emitieron advertencias a los grupos opositores y procedieron
a arrestar a unos 20 activistas en varios municipios habaneros, aunque en la
mayoría de los casos se trató de detenciones temporales.
De acuerdo con reportes obtenidos al cierre de esta edición, los
activistas Leonardo Miguel Bruzón, Lázaro Rodríguez Capote
y Emilio Leyva Pérez estaban aún retenidos en la prisión de
100 y Aldabó, mientras que Carlos Alberto Domínguez permanecía
en la estación del Reparto Capri, municipio Arroyo Naranjo.
''Es el mismo esquema represivo de siempre'', dijo Elizardo Sánchez
Santacruz, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y
Reconciliación Nacional (CCDHRN). "La diferencia con ocasiones
anteriores ha sido sólo cuantitativa''.
En conversación con El Nuevo Herald, Sánchez consideró
que los cuatro detenidos podrían salir en libertad en las próximas
horas, sin que las autoridades les formularan cargos delictivos. ''Al parecer,
ellos fueron identificados como los principales organizadores de los actos de
conmemoración'', explicó Sánchez.
''Pero sus detenciones serán breves, pues el gobierno está
interesado en que no aumente el número de presos políticos'',
agregó.
De las actividades desarrolladas por la disidencia interna, la que movilizó
mayor cantidad de efectivos policiales ocurrió la mañana del
domingo en las áreas aledañas al Hotel Tritón, en el
municipio Playa.
Unas 13 personas fueron detenidas cuando intentaban llegar al lugar para
lanzar flores al mar. El operativo incluyó un carro jaula y fuerzas
motorizadas, y todos fueron llevados lejos de allí para ser liberados
horas más tarde.
En una casa de Arroyo Naranjo, al sur de La Habana, unas 15 personas se
reunieron para escuchar la grabación del derribo de las avionetas --con
los gritos de euforia de los oficiales cubanos por la acción cumplida-- y
dedicar un minuto de silencio a los pilotos desaparecidos.
''A pesar de la vigilancia policial, las amenazas y las multas, los actos
que se efectuaron dentro de las casas fueron permitidos'', relató el
periodista independiente Raúl Rivero. "El problema sigue siendo la
calle y la visibilidad de la acción''.
Rivero denunció que a dos periodistas de la agencia CubaPress, Isabel
Rey y María Elena Alpízar, la policía les impidió
cubrir los actos anunciados en la provincia de Villaclara. Alpízar,
residente en Placetas, fue montada en un automóvil y trasladada 11 km
fuera de la ciudad el domingo por la mañana.
También se reportaron vigilias y actos de conmemoración en
diferentes localidades de las provincias de Pinar del Río, Matanzas,
Sancti Spíritus, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba. |