Día
de San Valentín
Ramón Díaz-Marzo
LA HABANA VIEJA, febrero (www.cubanet.org) - El pasado día del amor y
la amistad fue un día de lo más controvertido. Me levanté
temprano a escribir. Así que a las nueve de la mañana tenía
la conciencia limpia. Los 15 días anteriores los había vivido con
extremo cuidado, pues según la "Teoría del Biorritmo",
por estudios estadísticos en diferentes países, el mayor número
de accidentes, y hasta la propia muerte, ocurren en el lapso comprendido en los
15 días antes del cumpleaños. Desde hace años llevo la
cuenta de mis niveles energéticos (físico, emocional, e
intelectual) y, según mi cuenta, por estos días no tenía
ningún "Día Cero" en el mapa de mi conexión
individual con el Universo.
De todas maneras extremé los cuidados para este 14 de febrero, que ha
sido muy especial para mí. Es decir, el pasado jueves 14 cumplí
medio siglo de permanecer en el mundo. Y para los que aún no han llegado
a esta zona de la existencia les digo que los 50 años es un cumpleaños
importante. Uno siente que ha descendido de un tren y montado en otro.
También pensé que para ese día no tendría
vivencias que me permitieran escribir una crónica. Pero algunas cosas son
al revés. El día se presentó cargado. Cuando a las nueve de
la mañana terminé de escribir, con una taza de té y un
libro me senté en la sala a disfrutar la lectura del surgimiento y
destrucciones sucesivas de la Acrópolis de Atenas. A los pocos minutos
escuché los gritos de una mujer que parecía estar dentro de mi
casa. Los gritos provenían del edificio posterior a mis dos habitaciones,
a sólo dos metros de distancia. Aparté el libro y escuché.
- ¡Suéltame, suéltame! -gritaba la mujer.
- ¿Te has vuelto loca? -decía el hombre.
La mujer se quería lanzar al vacío desde la ventana de su
barbacoa hacia un patio interior que separa a los dos edificios. Al parecer el
hombre pudo controlar la situación, porque enseguida se oyó el
golpe de la ventana cuando la cerraron, y otra vez volvió la calma. Pero
ya se me habían quitado las ganas de leer.
Recordé a una astróloga y cartomántica. La llamé
por teléfono. Al mediodía ya me encontraba frente a mi Carta Natal
en la casa de la astróloga.
- En estos momentos tiene Ud. en su casa de Acuario una concentración
de planetas: Mercurio, Venus, el Sol, Urano, y Neptuno. Con tantos planetas en
su signo Ud. debe estar revuelto... queriendo saber muchas cosas -dijo la astróloga.
Cuando la astróloga terminó estuvimos conversando por varios
minutos. En un momento me aventuré a señalarle que la veía
preocupada.
- ¿Es usted espiritista?
- No es necesario, señora -le dije.
- Claro que estoy preocupada. Mi nieto se encuentra en estos momentos de "Escuela
al Campo". Y ayer, aquí en la ciudad, en la escuela, hubo una reunión
de padres con los profesores. Mi nieto tiene 12 años. Está en séptimo
grado. Y la reunión fue para discutir la violencia que se desató
hace varios días en el albergue donde los muchachos están, en Güira
de Melena. El problema fue que otros muchachos de 8vo grado estuvieron golpeando
con una manguera de goma a un niño de 12 anos hasta que intervinieron los
profesores. Y ese niño, en estos momentos, se encuentra hospitalizado.
Por la tarde pasé por la biblioteca provincial "Rubén
Martínez Villena", y sin quererlo escuché decir a una de sus
empleadas que estaba muy preocupada por lo que le había sucedido a su
hijo.
Su hijo, Danny Ramírez Cruz, de 12 años de edad, el pasado
lunes 11 de febrero fue agredido por un condiscípulo que le encajó
en la espalda un tenedor de cocina. El lamentable suceso ocurrió en la
Secundaria Básica "Sergio González", del municipio
Centro Habana. Y según nos contó su mamá, Belkys Cruz,
Danny simplemente conversaba con una amiguita en el momento del recreo escolar,
pero el otro muchacho llegó al lugar y le tocó las nalgas a la
muchachita. Danny protestó, y le dijo a su compañero de estudios
que tal acto constituía una falta de respeto. Entonces, el aprendiz de
asesino se alejó del lugar, pero para regresar a los pocos minutos y
realizar lo que quizás sea su primera acción criminal.
Antes de terminar esta crónica quisiera recordar el intento de
suicidio el pasado mes de enero de una alumna en la escuela vocacional "Lenin",
aquí en la capital. Ella estaba de guardia y fue sorprendida con su novio
por la profesora, quien la amenazó con informar el incidente a la dirección
de la escuela y mandar a buscar a sus padres. Según la fuente, que pidió
el anonimato, la adolescente, antes que enfrentarse a su padres, prefirió
lanzarse al vacío desde un 4to piso en busca de la muerte. Sin embargo,
la muerte no la aceptó. En estos momentos la muchacha se encuentra en una
silla de ruedas, con la columna vertebral en muy malas condiciones; y las
posibilidades de volver a la normalidad sólo lo haría un milagro
de la cirugía ortopédica.
Da horror la prematura criminalidad que están demostrando los
adolescentes cubanos de nuestro tiempo, tanto para agredir a los demás
como para agredirse a sí mismos.
Presiento que para Cuba se acerca una tormenta de odio. Por detrás de
los Congresos y las constantes reuniones gubernamentales, donde se declara que
todo marcha bien en la educación, las nuevas generaciones tienen graves
problemas.
Quizás más temprano que tarde la necesidad de un pluralismo
educacional en Cuba se materialice, y se le permita a las diferentes
denominaciones religiosas crear sus propias escuelas, donde los niños
puedan recibir el alimento de nuestro Señor Jesucristo.
Ramón Díaz-Marzo es el autor de la novela "Cartas a
Leandro", publicada por CubaNet.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|