Yvonne M. Conde. Publicada el martes 5 de febrero de 2001
en el periodico
HOY,
Los Angeles, CA.
Cuando se descubrió que la línea de ropa de la actriz Kathy
Lee Gifford estaba siendo manufacturada por trabajadores en maquila en
Honduras, algunas de sólo 12 años de edad, se formó la de
san Quintín. Las protestas de los grupos feministas, sindicalistas,
anti-capitalistas se oyeron y se oyen a diario protestando en contra de las fábricas
donde se explota a los trabajadores, algo que aplaudo. Kathy Lee tuvo que pedir
perdón públicamente. Lo que no comprendo es el silencio total
mundial sobre la explotación del trabajador cubano.
Las industrias extranjeras le pagan al gobierno cubano aproximadamente $300
dólares mensuales por empleado. El gobierno cubano se queda con 285 dólares
y le entrega al asalariado 300 pesos cubanos o quince dólares al canje
actual de 20 pesos por dólar.
El salario promedio de un empleado cubano fluctúa entre los diez y
quince dólares al mes, o sea, entre 33 centavos y 50 centavos al día
o de cuatro a seis centavos por hora.
Clamamos por los trabajadores en las fabricas de Haití, que ganan 30
centavos la hora, los de Nicaragua 33 centavos, y los de la China, 23 centavos.
¿Qué no darían los trabajadores cubanos por estar en su
lugar y poder lograr en una hora por lo que tienen ellos que trabajar ocho? Y
de contra, mientras el haitiano coge sus Gourdes y va a la bodega y compra
aceite, el pobre cubano tiene que cambiar sus pesitos a dólares para
poder hacer lo mismo en una diplo-tienda, también del gobierno, como en
el tiempo de los hacendados y sus trabajadores por contrato.
Así que cada vez que usted pegue un sello de 33 centavos en una carta
acuérdese que un trabajador cubano trabajo un día entero por esa
cantidad.
Yvonne M. Conde es autora del libro: "Operación Pedro Pan :
La historia inédita de 14.048 niños cubanos". (En
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