Publicado el 6 de febrero de 2002 en
El Nuevo Herald.
Trasladan a diferentes prisiones del país a los espías de
la Red Avispa
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
Los cinco hombres condenados por espiar para el gobierno cubano han sido
enviados a diferentes prisiones de Estados Unidos, al tiempo que sus abogados
preparan el proceso de apelación de las sentencias.
''Los han separado'', indicó Paul A. McKenna, abogado de Gerardo Hernández,
sentenciado a cadena perpetua por su participación en el derribo de las
avionetas de Hermanos al Rescate. "Inicialmente a mi cliente lo iban a
enviar a Orlando, y estábamos contentos porque estaría en un
ambiente hispano''.
Según Jack Blumenfeld, defensor de Antonio Guerrero, también
condenado a cadena perpetua, aparentemente las autoridades decidieron separarlos
por problemas de seguridad, y los sacaron del sureste del país para
mantenerlos apartados del ambiente cubanoamericano.
Los cinco hombres fueron enviados el 24 de enero a Atlanta y ayer abordaron
un avión rumbo a las cárceles definitivas. Hernández fue a
Lompoc, en California; Guerrero a Florence, Colorado, y Ramón Labañino,
también condenado a cadena perpetua, se encuentra en Beaumont, Texas.
René González, condenado a 15 años, cumplirá su
condena en una prisión de Pennsylvania, y Fernando González,
sentenciado a 22 años, lo hará en Minnesota.
''Todos fueron cambiados de región porque las reglamentaciones exigen
minimizar las repercusiones del confinamiento. O sea, temen que una población
penal cubanoamericana pueda de algún modo afectar su integridad'', indicó
Blumenfeld.
El abogado no está contento con la cárcel adonde enviaron a
Guerrero. ''Una investigación el año pasado de un periódico
de Denver mostró cómo en esa cárcel los guardianes han
matado a los presos'', aseguró el abogado.
Los defensores de los cinco espías han iniciado ya el proceso de
apelación de las sentencias. ''Tenemos unas 15,000 páginas de
documentación que enviar a la corte. No creo que todo termine antes de
dos años'', amplió McKenna.
Por otro lado, El Nuevo Herald supo de fuentes confiables que René
González y Guerrero han empezado a recibir visitas de diplomáticos
cubanos, las cuales les habían sido negadas hasta ahora.
Después de que fueron hallados culpables en junio pasado, las
autoridades penitenciarias permitieron que sólo tres de los cinco
tuvieran acceso a diplomáticos de su país. González y
Guerrero, como nacieron en Estados Unidos, no tenían derecho a esos
contactos.
Las autoridades se mantuvieron inflexibles en ese punto con el argumento de
que la isla no reconoce la doble nacionalidad y, por ende, no le da acceso a los
diplomáticos estadounidenses a los cubanoamericanos detenidos allí.
Según la fuente, hubo un acuerdo entre los dos países para que
los dos espías recibieran visitas de diplomáticos una vez al mes
y, en reciprocidad, La Habana ampliará el acceso estadounidense a sus cárceles.
Hacen un llamamiento por la libertad de expresión en la isla
Wilfredo Cancio Isla . El Nuevo Herald
Escritores cubanos del exilio y personalidades de la cultura y el periodismo
en Francia están promoviendo un ''llamamiento por la libertad de expresión
en Cuba'', en ocasión de la XI Feria Internacional del Libro de La
Habana, que se celebrará del 7 al 17 de febrero.
El documento afirma que la feria literaria de La Habana --que este año
tiene a Francia como invitado de honor-- "sufre de una doble ausencia: la
de los intelectuales disidentes cubanos y la de los autores prohibidos en
Cuba''.
Los promotores de la iniciativa pretenden que la carta sea leída por
autores franceses durante su intervención en presentaciones públicas
y conversatorios literarios incluidos en el calendario de la feria.
''Desde hace más de 40 años, las autoridades políticas
y culturales de la isla sólo admiten la vigencia de un pensamiento único'',
agrega la declaración. "Muchos escritores, periodistas y
bibliotecarios independientes son constantemente hostigados en su vida
cotidiana. Numerosos libros están prohibidos y sus lectores pueden ir a
la cárcel por el simple delito de opinión''.
En tácita alusión al embargo estadounidense, el texto afirma
que "no podemos contentarnos con reclamar el levantamiento de las
restricciones relativas al comercio de los bienes y de las mercancías,
sin exigir la libre circulación de las ideas y de los seres humanos''.
''Al prohibir a los cubanos el acceso a los libros provenientes del
extranjero, las autoridades le niegan a Cuba un aspecto esencial de su
identidad. Los cubanos de la isla y los del exilio forman un solo pueblo:
pedimos para todos el derecho a la difusión de sus obras'', añade
la declaración. El texto circula en la internet y, según los
gestores de la iniciativa, está teniendo amplio apoyo entre la
intelectualidad francesa.
''Hay muchos periodistas y escritores franceses que están dispuestos
a llevar nuestra voz hasta el escenario de la feria'', declaró anoche
desde París el periodista Jacobo Machover, quien indicó que el
llamamiento se ha hecho llegar también, por diferentes vías, a
decenas de intelectuales cubanos residentes en la isla.
Machover figura entre los más de 60 firmantes de la carta, junto a Zoé
Valdés, Eduardo Manet, Carlos Alberto Montaner, Ramón Fernández-Larrea,
María Elena Cruz Varela y los periodistas franceses Corinne Cumerlato y
Denis Rousseau, autores de La isla del Doctor Castro (2000), libro que no estará
en la feria.
Organizaciones como Reporteros sin Fronteras y la Asociación Europea
Cuba Libre respaldan el documento.
Se espera que asista a La Habana una delegación con cerca de 200
escritores, editores y periodistas franceses, entre los que figuran reconocidos
autores como J.M.G. Leclezio, Jean Claude Guilleveaud y Florence Delay. El
gobierno francés estará representado por Michel Duffor, secretario
de Estado del ministro de Cultura para el Patrimonio y la Descentralización
Cultural.
''Más allá de la promoción de la edición
francesa, la presencia de autores e intelectuales contribuirá al debate
de ideas en el seno de la sociedad cubana, particularmente sobre las libertades
de expresión y creación'', opinó Francois Rivasseau,
portavoz de la cancillería francesa.
Los organizadores han dedicado el evento de este año al escritor
cubano Miguel Barnet, autor de la novela testimonio Biografía de un
cimarrón (1966) y Premio Nacional de Literatura. Barnet, de 62 años,
es vicepresidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba
(UNEAC) y se ha destacado por su defensa del régimen cubano en foros
internacionales.
Venganza azteca en La Habana
Pablo Alfonso
El Ministro de Relaciones Exteriores de México, Jorge Castañeda,
selló la visita de su presidente, Vicente Fox, a La Habana con una enigmática
frase:"Acabó la relación con la revolución cubana e
inician las relaciones con la República de Cuba''.
¿Qué quiso decir el canciller mexicano? ¿Es un epitafio al
proyecto político que representó la revolución cubana o
quizás un sutil reconocimiento a la nueva república que traerá
el postcastrismo?
Seguramente los analistas y expertos políticos ya andarán
buscando explicaciones a esta frase que, a fin de cuentas, fue tal vez sólo
una metáfora intrascendente.
Posiblemente su homólogo cubano, Felipe Pérez Roque, está
también ensarzado en descifrar el enigma. No hay que olvidar que Castañeda
no es "santo de la devoción de Pérez''.
El canciller mexicano, que se inició en la vida política en la
izquierda mexicana, fiel devoto de la revolución castrista, está
en la mira del régimen desde que en 1998 publicó el libro La vida
en rojo: una biografía del Che Guevara''.
''Está deslumbrado por su poderío y tiene un conocido
historial político de deslealtades'', declaró Pérez el
pasado año, refiriéndose a Castañeda.
Pero ahora parece que le llegó el desquite a Castañeda. El
encuentro de Fox con media docena de opositores cubanos ha sido un trago difícil
para la dictadura cubana. Un tequilazo a secas, sin sal ni limón.
Al régimen castrista no le habrá hecho mucha gracia que este
reconocimiento a sus opositores, atribuido al canciller Castañeda, haya
venido precisamente de México, el más fiel aliado diplomático
de toda su historia.
En esos 20 minutos de conversación con los opositores, Fox se
convirtió en el primer presidente en funciones que ha incluido en su
agenda de trabajo ''a la otra Cuba'', a la que no tiene espacios de expresión,
y a la cual el oficialismo le niega cualquier tipo de representación.
Ni siquiera el Papa Juan Pablo II tuvo un gesto similar durante su visita a
Cuba, hace cuatro años.
Hasta ahora, La Habana ha mantenido silencio sobre el encuentro, mientras en
México algunos de sus entusiastas partidarios se encargan de criticar la
decisión de Fox, apuntando a Castañeda.
Emilio Ulloa, diputado del Partido Revolucionario Democrático (PRD),
aseguró que el encuentro ha provocado un cierto ''desencanto'' en algunos
sectores del gobierno cubano y ha dejado ''un mal sabor de boca'' tras una
visita que prometía mucho.
El legislador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Manuel Aúorve
opinó que "en la reconstrucción de una relación con un
país hermano como Cuba [la reunión] es un golpe bajo que sólo
está ligado a intereses capitalistas''.
A propósito de políticos mexicanos y opositores cubanos, la
activista del PRD Ana Elena Payán negó su participación en
la firma de un documento difundido por la Corriente Nuevo Sol del PRD, en el
cual se ofrece respaldo y solidaridad a la Corriente Socialista Democrática
(CSD), que lidera en Cuba Manuel Cuesta Morúa.
Fragmentos de ese documento, dado a conocer días antes de la visita
de Fox a La Habana, publicado en esta columna, lamentaban que el gobierno cubano
hubiera impedido la celebración de una conferencia nacional programada
por la CSD que tendría lugar en la capital cubana.
''No firmé y no conozco a dicha corriente Nuevo Sol del PRD'', afirmó
Payán. |