Fox viaja hoy a La Habana con una tarea difícil: contentar en una
visita de apenas 24 horas al Gobierno de la isla, a Washington y a la
disidencia. El presidente mexicano había afirmado que se reuniría "con
todo el espectro político", pero todavía no se sabe si
recibirá a la oposición.
Joaquim Ibarz. Corresponsal. México.
La Vanguardia - España,
03/02/2002.
Vicente Fox viaja hoy a Cuba con múltiples temores y cargado de
dudas, dando un perfil moderado a una visita de trabajo de apenas 24 horas y con
un mínimo séquito. El presidente mexicano parece pretender la
cuadratura del círculo: no molestar a La Habana, a Washington, ni al
exilio cubano. Por ello, hasta última hora titubea entre recibir o no a
una delegación de la disidencia política de la isla. Fox parece
tan desorientado como lo estaba tras el derrumbe de las Torres Gemelas, cuando
durante 15 días estuvo indeciso en mostrar su apoyo a EE.UU.
Puede que Fox quede mal con todos, hasta con su partido, el PAN, que no
acepta que México dé un paso atrás en la defensa de los
derechos humanos. Según el comentarista Andrés Oppenheimer, Fox "podría
estar a punto de quebrar su palabra en un tema clave para los grupos
internacionales de derechos humanos: su promesa de reunirse con los disidentes
en su viaje a Cuba". Oppenheimer señala que en una reunión
con la junta editorial del "Miami Herald", Fox dijo que en caso de
visitar Cuba "haría lo que ha hecho en todos los países
latinoamericanos: hablar con todo el espectro político". Los ex
presidentes Carlos Salinas y Ernesto Zedillo tuvieron contactos con la oposición
cubana, que incluso fue recibida en Los Pinos.
Ahora, cuando México tiene por primera vez un Gobierno democrático,
parece que hay recelo a molestar mínimamente a La Habana. En una reunión
con la prensa en Los Pinos, el subsecretario mexicano para América Latina
y el Caribe, Gustavo Iruegas, llegó a negar la existencia de disidentes
en Cuba. Ante las preguntas de la prensa sobre un eventual encuentro de
opositores con Fox dijo: "Se refieren ustedes a la disidencia. Nosotros no
usamos esa palabra. Hablamos de activistas de distintos grupos, pero son
personas que están en libertad, que se mueven, que viajan al extranjero".
Y recalcó: "Yo no diría que tuvieran un motivo especial de
dificultad".
Estas declaraciones fueron recibidas con estupor en México, en Miami
y en los sectores democráticos de Cuba. Elizardo Sánchez,
presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional de Cuba, señaló a "La Vanguardia" desde La
Habana que en los países democráticos "no se persigue a nadie
por disentir, en Cuba sí". Y afirmó: "Uno de los
derechos civiles que el Gobierno de Cuba viola sistemáticamente es poder
salir del país con posibilidad de volver. Además, están los
presos de conciencia. Cuando alguien ha podido salir, es sólo la excepción
a la regla".
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