Detrás
de la fachada de la potencia médica mundial
Caridad Cristina Alvarez, Grupo Decoro
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - Durante años, el gobierno de
Fidel Castro ha pregonado y expuesto al mundo que Cuba (bajo el mandato de
Castro) se ha convertido en potencia médica. Los dirigentes socialistas
se ufanan de la generosidad del Estado cubano que -según ellos-
proporciona servicios médicos gratuitos y eficientes.
Sin embargo, ahora la realidad se abre paso y descubre que detrás de
esa fachada de perfección en materia de sanidad se escondían más
de medio millón de metros cúbicos de basura, en su mayoría
acumulados en locales y edificios que el Estado mantiene cerrados hace años
por diferentes razones, y en instalaciones deportivas arruinadas. También
se habla de numerosos salideros de agua y de fosas reventadas en la vía pública.
Aspectos que hace años son reportados por los periodistas independientes
de la isla.
Por la parte oficial, aún no se ha dicho nada de la falta de higiene
en los hospitales ni de las cucarachas y otros vectores portadores de
enfermedades que habitan en esas entidades del Ministerio de Salud Pública,
cuya cantidad es tal que los ingresados tienen que proteger muy bien los
alimentos que les llevan sus familiares, a fin de que no se los coman o
contaminen.
También se puede confirmar la existencia de plagas de cucarachas y
demás vectores en trenes, cafeterías, restaurantes y otros
establecimientos bajo control estatal.
Uno de los sitios de donde más basura se ha extraído como
parte de la campaña que se lleva a cabo ahora contra el mosquito Aedes
aegypti es el edificio Focsa, ubicado en la zona del Vedado, en la capital
cubana. En esta edificación hay alrededor de 300 apartamentos cerrados y
hay gente que se pregunta por qué el generoso Estado socialista no entregó
esos apartamentos a familias necesitadas, conociendo sobre la tremenda cantidad
de albergados o de personas que residen en lugares inhabitables por el peligro
que representa para sus moradores, en vez de mantenerlos cerrados y destruyéndose.
La cultura sanitaria debe comenzar por los dirigentes del país porque
la mayoría de los sitios que han tenido que ser saneados urgentemente son
propiedad estatal.
Respecto a la campaña contra el Aedes aegypti, citada constantemente
en los medios de prensa nacionales, los periodistas oficialistas no difunden
cifras sobre la cantidad de enfermos con dengue y tampoco dicen cuántos
de ellos han muerto a consecuencia de esta epidemia.
Ni siquiera se ha visto al ministro de Salud Pública, doctor Carlos
Dotres, en los reportajes de la televisión donde aparece el gobernante
Castro recorriendo diferentes municipios de la capital, ni siquiera una
declaración de la máxima autoridad sanitaria del país sobre
si seguimos o no siendo potencia médica mundial.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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