Publicado el 18 de abril de 2002 en
El Nuevo Herald.
Predicen un voto muy reñido en Ginebra
Pablo Alfonso/El Nuevo Herald. Ginebra
A pesar del amplio respaldo latinoamericano que ha logrado la resolución
de Uruguay sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, su
aprobación no está garantizada y se espera una reñida
votación cuando sea presentada mañana viernes ante la Comisión
de Derechos Humanos (CDH), que sesiona en esta ciudad.
Las causas de este virtual empate que preveen los analistas radican en la
composición geopolítica que este año tiene la CDH. De los
53 miembros con derecho al voto, 24 corresponden a países islámicos,
africanos y asiáticos, vinculados al régimen de Fidel Castro a
través de las llamadas "organizaciones tercermundistas''.
Esta situación, añaden los expertos, puede resultar favorable
a Cuba a la hora de la votación . La clave está en la decisión
que finalmente adopten países, como Armenia, Croacia, Togo y Uganda que
este año son nuevos en la Comisión; así como algunos de los
que votaron en contra el pasado año como, Arabia Saudita, India, Pakistán,
Africa del Sur y Swazilandia.
''Depende de cuánta influencia puedan movilizar los patrocinadores de
la resolución entre esos países'', señaló un diplomático
latinoamericano que sigue de cerca las negociaciones.
En realidad cuando de aprobar o rechazar resoluciones se trata las
influencias políticas cuentan en el seno de esta Comisión. Tanto,
que la CDH ha sido cuestionada seriamente por convertirse cada día más
en un foro de transacciones políticas, en detrimento de sus objetivos
esenciales y su misión ética de velar por el respeto a los
derechos humanos.
''Nos guste o no, esa realidad se ha convertido en las reglas del juego y si
queremos ganar el partido hay que utilizar influencias'', subrayó el
diplomático.
Estados Unidos, uno de los copatrocinadores de la resolución
uruguaya, está movilizando también sus influencias políticas
a favor del proyecto, sobre todo en algunos países del Este de Europa y
de Asia, aseguró una fuente diplomática a El Nuevo Herald.
''Hay una negociación con Rusia para conseguir el voto de Armenia y
también gestiones con la India y Pakistán'', añadió.
Por su parte, la cancillería cubana emitió un nuevo documento,
que circuló el miércoles en la Comisión, acusando a Estados
Unidos de ser el verdadero autor del proyecto de resolución uruguayo,
entre otras cosas.
Entretanto los diplomáticos cubanos aquí en Ginebra han
concentrado sus gestiones en los países africanos y asiáticos y en
mejorar su imagen pública.
En ese sentido se ha convocado para hoy jueves una concentración de
respaldo a Cuba, frente al Palacio de las Naciones donde sesiona la Comisión.
La convocatoria está hecha por varias Organizaciones No Gubernamentales
(ONG) y el Partido del Trabajo (Comunista) de Suiza, que traerá los
manifestantes desde diversos cantones del país. La música la pondrá
el gobierno cubano, aprovechando la presencia en esta ciudad de algunos
conjuntos musicales de la isla.
Dentro de la sala de sesiones los diplomáticos cubanos han estado
este año muy activos y hasta agresivos en ocasiones, dificultando el
trabajo de activistas de derechos humanos procedentes de Miami.
Se han producido incidentes verbales entre representantes castristas y
exiliados, que culminaron la pasada semana con la expulsión de la sala de
sesiones del camarógrafo de la televisión cubana, Tomás
Olivero, a raíz de una disputa con el activista Ramón Colás,
quien por equivocación se dirigió a la Comisión en un turno
que no le pertenecía.
El martes, poco antes de finalizar la sesión, habló ante la
Comisión, la dirigente del Directorio Revolucionario Democrático,
Janiset Rivero, quien denunció la situación de los presos políticos
y las reiteradas violaciones a los derechos civiles y políticos de los
cubanos en la isla.
''Es hora de que la intolerancia ceda a la razón. Los tiempos
modernos exigen de los gobiernos la apertura necesaria para enfrentar el reto
que implica la convivencia y el respeto a los derechos individuales'', subrayó
Rivero que se dirigió a la Comisión a nombre de la Internacional
Liberal.
Controversia empatana el rescate de los restos de los brigadistas
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
Un año después de que progresara una petición ante el
gobierno de Cuba para recuperar los restos de los brigadistas caídos
durante el fallido desembarco de Bahía de Cochinos en 1961, la gestión
de un comité de rescate creado en Miami se halla estancada en un pantano
de controversias irreconciliables con sus detractores.
Mientras el Comité de Rescate-Muertos y Desaparecidos en Combate de
Playa Girón (BOP-MIA) está solicitando cooperación para
localizar a familiares cercanos de los caídos y trabajar por ''darles
cristiana sepultura a sus restos'', la convocatoria enviada a los integrantes de
la Asociación de Veteranos (Brigada 2506) apenas ha recibido respuesta de
16 ex brigadistas, ocho de ellos radicalmente opuestos a la misión.
El Comité había enviado 1,041 cartas a comienzos de año,
90 de las cuales fueron devueltas por dirección errónea. De las
ocho favorables a la misión, cuatro no están firmadas. Además,
unos 40 ex brigadistas se han comunicado a través de la dirección
electrónica bayofpigsmia@hotmail.com , muchos de ellos advirtiendo que no
se divulguen sus nombres "para evitarse enemistades''.
''Estoy totalmente decepcionado y triste por la actitud de mis compañeros'',
comentó Mario Cabello, ex brigadista y fundador del BOP--MIA a finales
del pasado año. "Durante mucho tiempo hemos acusado al gobierno de
Cuba por su insensibilidad para permitirnos el acceso a las tumbas de los
muertos, pero ahora que Cuba da el visto bueno somos nosotros quienes nos
echamos para atrás, como si esto fuera un juego de niños''.
La directiva de la Asociación se opone al proyecto por considerar que
"no se trata de un gesto humanitario sino de un acto de traición
orquestado por la tiranía castrista''.
''Sólo el día que Cuba sea libre tendrá sentido la
recuperación de los cadáveres de nuestros hermanos'', dijo Juan Pérez
Franco, presidente de la agrupación. "Esto no es más que un
intento de fraccionar a la Brigada y desencadenar un conflicto con los
familiares de los muertos''.
Pérez Franco agregó que el comité de familiares de la
Brigada --compuesto por ocho miembros-- se opone unánimemente a la gestión
del BOP--MIA.
Pero Cabello considera que "ésta es una decisión que
corresponde estrictamente a los familiares y que ninguno de nosotros [los ex
brigadistas] puede tomar con semejante arrogancia''.
''No es justo que los cadáveres de nuestros hermanos permanezcan por
40 años en tumbas anónimas'', indicó Cabello. "Esta
misión serviría para dignificar y enaltecer el esfuerzo de los que
cayeron, y cerraría un capítulo para sus familiares, a quienes no
podemos continuar imponiéndole una retórica de guerra''.
Cabello, Roberto Carballo y José Luis Hernández, fueron
expulsados de la Asociación de Veteranos en abril del 2001 luego de
asistir a una conferencia académica por el 40 aniversario de Bahía
de Cochinos, celebrada en La Habana con la presencia del gobernante Fidel
Castro. Otros dos ex brigadistas que asistieron a ese evento, Alfredo Durán
y Luis Tornés, ya habían sido expulsados en 1997.
Cuatro de ellos --excepto Durán-- forman ahora el Comité,
junto a los ex brigadistas Angel O'Kennedy y Luis Bandrich, y la activista Elena
Wagner, representante en Washington.
Fue precisamente durante la reunión en Cuba que los ex brigadistas
asistentes plantearon el tema de la recuperación de los cadáveres
de sus compañeros caídos. Se estima que 108 miembros miembros de
la brigada murieron en combate, mientras que cerca de 1,200 fueron capturados
por las fuerzas militares cubanas.
Los cadáveres se hallan diseminados en tres lugares: el Cementerio
Colón, en La Habana, y en las localidades de Colón y Playa Girón,
en Matanzas. Se calcula que la labor forense conllevaría años de
investigación y gastos millonarios.
La solicitud tuvo entonces respuesta afirmativa de Castro a través
del vicepresidente José Ramón Fernández, uno de los
jerarcas militares que dirigieron las tropas vencedoras en Playa Girón.
Hace sólo dos meses Durán y Carballo viajaron a Cuba para
entregarle una copia de la convocatoria del Comité, y Fernández
les ratificó el compromiso cubano de cooperación.
Cabello, de 59 años, piensa que la Asociación de Veteranos
tiene la obligación moral de intervenir en este proyecto, sobre todo
después de haber gestionado el retorno de los restos de los pilotos Crispín
García y Juan de Mata, traídos desde Nicaragua a Miami en
noviembre del 2000.
Aún más cuando la viuda del ex comandante revolucionario
William Morgan, fusilado en 1961, está gestionando la devolución
de los restos con el apoyo de una congresista de Ohio.
''Creo que nuestros hermanos murieron en Cuba y debe ser un honor estar
enterrados allí... desenterrarlos ahora sería un sacrilegio'',
opinó el ex brigadista José Basulto. "Pero no es para que nos
metamos en algo así. Esto corresponde a cada familia, algo muy personal,
pues no hay una solución que los represente a todos''. |