Materiales de
construcción hacia el Caribe
Reinaldo Cosano Alén
LA HABANA, abril (www.cubanet.org) - Un cuadro surrealista en que calles y
carreteras presentan muy mal estado por todas partes, edificios derrumbándose
por falta de materiales de construcción, familias en contrapunteo y
vecinos también por la estrechez habitacional, déficit enorme de
viviendas acumulado en cuatro décadas resulta, a grandes pinceladas, la
situación que confronta la nación cubana en cuanto a construcción.
Paradójicamente (o sin paradoja, muy consensual con el régimen
de absurdos que es el castrismo), se ha conocido que la cantera Nieves Morejón,
ubicada en la provincia Sancti Spíritus, luego de un proceso negociador
que incluye la certificación del producto, exporta grandes cantidades de áridos
al Caribe.
Directivos del Ministerio de la Construcción aseguraron que los
compradores se han mostrado satisfechos por la calidad de los áridos de
alta resistencia y muy bajo contenido de hierro, agua y arcilla, características
que los convierten en material ideal para la elaboración de hormigones y
mezclas asfálticas. Por cierto, muy diferentes a las de pésima
calidad empleadas en el territorio nacional, donde las carreteras y calles recién
separadas se deshacen al poco tiempo, sin poder soportar el tránsito de
vehículos ni el arrastre por las lluvias.
Hasta el presente, que se sepa, la industria espirituana ha exportado por el
puerto de Casilda unas 2,600 toneladas de buena piedra. También otros
productos, como polvo de piedra de excelente calidad, con mucha demanda para
estucos.
La cantera Nieves Morejón es la única del país que
extrae y procesa caliza blanca, materia prima del muy demandado cemento blanco,
que también se exporta.
El río Algaba, en Trinidad, es proveedor de grandes cantidades de
arena natural de óptima calidad que se exporta. El río Arimao es
otro suministrador de la buena arena, que para producirla la naturaleza gastó
cientos de miles, acaso millones de años para atesorarla, y que es muy
demandada fuera.
No sólo preocupa a dónde van a parar los beneficios económicos
que reporta la actividad exportadora, sino también, mucho más
importante, con qué rigor científico se explotan las canteras, si
es que las hay.
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