Parque de
Calzada y K: pequeño, pero famoso
Juan Carlos Linares, Cuba-Verdad
LA HABANA, abril (www.cubanet.org) - En Ciudad La Habana hay un parque que
en proporción a su tamaño es el más concurrido de toda
Cuba. Se trata del parque ubicado en Calzada y K, en la barriada del Vedado.
Esta plaza tiene forma triangular, frente a uno de sus lados está
situada la funeraria y a pocos metros del lugar radica la Sección de
Intereses de Estados Unidos de América en la isla, sitio al que asisten
diariamente cientos y cientos de cubanos que desean emigrar definitiva o
temporalmente a ese país, y a los cuales los funcionarios del gobierno de
Fidel Castro obligan a esperar allí hasta que los llamen para los trámites
de rigor. La espera tiene lugar a la intemperie, haya sol, lluvia o frío.
Hace unos días pasé por el parque de Calzada y K y escuché
numerosas quejas, muy bien fundadas por cierto, sobre el maltrato que los
funcionarios castristas infligen a los que solicitan la salida del país.
"Con los casi mil dólares que nos cobra a cada uno de nosotros
el gobierno (de Castro) por concepto del pasaporte, el permiso de salida del país,
el chequeo médico y el pasaje, bien que se podría construir aquí
(en el parque) un local y darnos un trato más humano" -expresó
un hombre de poco más de 50 años.
Para cualquier trabajador cubano la suma de mil dólares representa más
o menos el salario de diez años si se tiene en cuenta que el sueldo
promedio es de unos 240 pesos mensuales y que, al cambio establecido por el régimen
de Castro, cada dólar equivale a 26 ó 27 pesos, en dependencia de
si es venta o compra de ese tipo de moneda.
También se quejaba la gente reunida en el parque de Calzada y K de
que hasta el servicio telefónico instalado en medio de esa plaza es por
tarjetas magnéticas, las cuales sólo se pueden comprar con dólares
estadounidenses.
Cerca del parque, para completar el proceso de dolarización, el
gobierno abrió una cafetería donde venden comida y refrescos, pero
exclusivamente por dólares del país vecino.
Los días de mal tiempo se convierten en una verdadera pesadilla para
los cubanos citados por la Sección de Intereses. Si hay lluvia, calor
sofocante o viento no tienen dónde guarecerse. Todos tratan de ubicarse
debajo de los pocos árboles existentes en el lugar.
Lo que sucede en el parque de Calzada y K, también llamado "el
parque de la funeraria", no es un fenómeno aislado ni producto de la
incapacidad inherente al comunismo, sino que son normas que este sistema
instituye para castigar, para destruir la autoestima de los opositores, de los
inconformes, de todo aquél que quiera vivir en libertad.
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